THOMAS COFFEEN
 

 


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1910-1985

 

Thomas Jefferson Coffeen Suhl

Pintor y docente nacido en  South Bend, IN., E.U.A.

Estudió en el Instituto de Bellas Artes de San Francisco, Ca., con Puccinelli (1945-47). Viajó a Guadalajara e ingresó en la Escuela de Artes Plásticas, donde obtiene la Maestría en Artes.

A corta edad muestra interés por el arte, estudió música y dibujo e incursionó en escultura y poesía. Viajó a la República de El Salvador, donde publicó un volumen de poemas. Se enroló en la Guerra Civil Española y más tarde en la Marina de E.U.A. durante la II Guerra. En 1948 viaja a Guadalajara y obtiene una beca para estudiar pintura en la Universidad de Guadalajara, se instala en Tlaquepaque y pronto se integra a la vida plástica jalisciense. Fue maestro en la Escuela de Artes Plásticas de la U. de G. y de la Universidad de Arizona, E.U.A

Galería de Arte Moderno, México, D.F. (1949); Museo de Jalisco (1949); Instituto Cultural Mexicano Norteamericano, Guadalajara, Jal. (1954); Rotunda Gallery, San Francisco, CA. (1957); Casa de la Cultura Jalisciense (1961); Galería Quijano, México, D.F. (1965); Palo Alto, Ca., (1972); Ex-Convento del Carmen, Guadalajara, Jal. (1974); Centro de Arte Moderno, Guadalajara, Jal. (1980); Galería Municipal Torres Bodet, Guadalajara, Jal. (1969,82,83 y 84) las tres últimas en "Salón de la Vida y la Muerte"; Instituto Cultural Cabañas, Guadalajara, Jal. (1985).

En 1985 se le rinde un homenaje en el Instituto Cultural Cabañas, ofrecido por el Gobierno del Estado de Jalisco. Exposición Homenaje en el Foro de Arte y Cultura (1986).

 

"La función del arte es estética, no social; no es informativa, sino creativa. La misión de la pintura no es educar; su fin es hacer más rica la vida interior del hombre; hacerlo más sensible, más profundo ". Thomas Coffeen.

 

 Se conserva un cuadro en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de México, el resto de sus obras se encuentran en colecciones privadas en México, Estados Unidos y Europa. Su cuerpo fue velado en la Galería Municipal Torres Bodet, Guadalajara, Jal.

 

Entrevista realizada en octubre de 1972

 

El informador dic 200:

Coffeen, al igual que ilustres hijos adoptivos de la región -como Matías Goeritz-, dejó huella, marcó sin cesar la inquietud, la posibilidad de mirar a otros horizontes absolutamente sembrados de color en una suerte de fotografías en negativo, o en abstracto.

Como en muchos casos, cuando Coffeen comenzaba a exponer, la crítica fue dura con él, considerándolo un pintor que trabajaba por entretenimiento y por dinero; además su obra se batía entre lo concreto y lo abstracto, retratando objetos de la realidad desde su concepto estético pero sin caer en la abstracción pura.

En la serie denominada Rogowo, el pintor explotó al máximo su capacidad de abstracción, las líneas de sus montañas, peñascos y paisajes se rompen hasta llegar a las escarpas, dónde se confunden el crítico y el maestro puesto que aunque se trata indudablemente de un pedazo de roca, se trata también de usarlo sólo como pretexto para jaspear colores e inventar formas.

Resulta evidente, al ver la obra de Coffeen, que la geografía de Jalisco lo imantó, que los colores de las casas, de las calles e incluso de los vestidos y suelos lo influenciaron profundamente. Así puede verse en sus cuadros de cristos, de toreros, en sus retratos de mujeres entre rojos, verdes y azules.

Según escribió en el libro Tomas Coffeen, de Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco, el pintor Ramiro Torreblanca, la obra de Coffeen es un patrimonio "de singular valía para la plástica jalisciense. Realizada a lo largo de 40 años -o casi-, tuvo tiempo para incursionar en varios caminos, de tal modo que un estudio de su obra, que no se ha hecho y vale la pena intentar, abarcaría el análisis de varias épocas y diversos estilos".

La Retrospectiva homenaje a Tomas Coffeen no es, ciertamente, un estudio a fondo de su obra, pero sí representa un importante paso en ese estudio puesto que muestra, como pidió el finado Torreblanca, un repaso de esos tiempos y estilos, pasando por la época en que dibujó los paisajes urbanos de Tlaquepaque y la etapa de las escarpas: Rogowo.

La mirada de Coffeen penetra los paisajes y las puertas de madera de San Pedro; les da aire, genera una pared interminable de vacío que no es, bajo ninguna circunstancia, ausencia y así, conforma catedrales sostenidas entre la nada y un pueblo de cubos coloridos sin llegar a ser nunca chillantes y extremistas.

Entre el abstracto y lo concreto, a Coffeen poco le importaba etiqueta alguna, él afirmaba: "El de mañana será un arte no arte: algo como un jardín inglés au naturel (al contrario de los jardines franceses geometrizados y humanizados). Digo todo esto porque me parece que el arte, sea figurativo o no figurativo, brota de las mismas fuentes. Un cuadro -o una escultura- no figurativo es en realidad una naturaleza muerta".

 

 

 Gloria Becerra escribió acerca del Maestro Coffeen: " Podrá no estarse de acuerdo con sus criterios estéticos; podrá no ser compartido por todo el público el entusiasmo que nos provoca, pero hay dos cosas que no están sujetas a discusión: su vida entregada a la pasión de la pintura y su integridad como ser humano (...) ".