foto: Inés Palomar

La devoción guadalupana en Cedros.

Aunque las apariciones de la Virgen de Guadalupe son del siglo XVI, su devoción en Cedros como titular de la capilla proviene desde 1781 aproximadamente.

Según la tradición de la familia Villaseñor -que fue dueña de la hacienda desde 1741- y la memoria colectiva de la comunidad actual, la pintura de la virgen "fué llevada a Guadalajara juntamente con la que se venera en el Santuario de Guadalupe en dicha ciudad, e inmediatamente fué destinada a la capilla de Cedros". [1] O dicho de otra manera, tanto el retrato de la iglesia tapatío y el que se hallaba en este pueblo eran contemporáneos. Pintados por José de Alcíbar en 1779. La primera misa en el santuario se celebró en 1781, de ahí que se infiera la antigüedad de la devoción en Cedros.

El guadalupanismo era propagado por los hacendados. Por ejemplo conocemos el fervor particular de don Rafael María Villaseñor (1757-1825) quien fue "devoto entusiasta de Ntra. S. de Guadalupe". [2]

Para los hacendados criollos, la Virgen de Guadalupe representaba un incipiente nacionalismo demostrado en imágenes de su tierra natal, mientras que para los habitantes de Cedros, desde hace más de 234 años, forma parte de su identidad local.

Miguel Rangel R.

Referencias:
1. Romo Celis, Guillermo, "Una visita a Cedros, solar de los Villaseñor", en Memorias de la Academia Mexicana de Genealogía y Heráldica, México, año 1, núm. 1, 1945, p. 63.
2. Ibid., p. 76.