Confiesan intimidades Tras la
entrevista, Jis y Trino llevaron a cabo un lúdico
intercambio epistolar. Antes de eso, signaron las paredes con sus personajes. Foto:
Mariela Sancari En el
libro, se muestran cartas e intercambios gráficos que más que publicarse,
debieron ser quemados, bromean Oscar Cid
de León Ciudad de
México (17 noviembre 2009).- Fieles a
su oficio, Jis y Trino siempre tienden a
"encuerar" al otro. Pero esta vez las circunstancias son distintas. Y es que,
en un gesto confesional, en una suerte de caricatura de sí mismos, han
decidido desinhibirse; vencer sus miedos, dice Trino, y son ellos los que
ahora se desnudan. Aunque no completamente, aclara Jis:
"Simplemente nos mostramos en calzones". A través
del libro Asuntos Moneros, Cartas 1997 2009, este
par de caricaturistas jaliscienses ha decidido publicar la
"correspondencia", escrita y gráfica, que han sostenido desde hace
más de una década. ¿Qué
necesidad tenían? En realidad
no lo tienen claro, pero el caso es que los creadores de personajes como El
Santos y "Muchos
moneros nos dicen que somos muy autocomplacientes,
que platicamos mucho de nuestra vida", sostiene Trino. "Pero
lo nuestro es algo que coincide con mucha gente. Es decir, en el libro
hablamos de música y de nuestras relaciones, de lo difícil que es ser papás y
de los amigos, las borracheras. También de los sicotrópicos
y de cómo nos fue con ellos. Se trataba de develar un poquito de las cosas
que a veces la gente se pregunta. "En
realidad, aquí se darán cuenta que los 'gruesos' que hacen El Santos no son
tan 'gruesos' y que más bien son unos fresas". Incluso
"ñoños", añade sonriente Jis: "Y eso
es muy deprimente". En Asuntos Moneros, que, editado por Sexto Piso, se presentará hoy
en "El
libro es una caricatura de nosotros mismos, donde, en cierto sentido, se
devela mucho del ciudadano ya entrado en años, pachón; esos moluscos que
ahora somos. Quizá nos gustaría tener una imagen de guerreros, más de Action Boy, pero no podemos evitar ser quién somos y, en
ese sentido, creo que es muy sano que esto salga", señala Jis. Entre broma
y broma, ambos se adentran en un área que normalmente un monero
no pisa: hablar de su propia vida. Al fin y al cabo, "ventanearse"
es cosa seria. "Si te
fijas, los caricaturistas, en general, tienen mucho miedo de develar esa
parte. Como están todo el tiempo criticando al político, al poderoso y demás,
hay un halo de que nosotros no hacemos nada incorrecto, y yo digo, 'oye, soy
el más incorrecto de todos, tengo muchos defectos y no me puedo poner como un
ejemplo para nadie'", confiesa Trino. Pero qué
importa que la gente sepa de uno. Hay que quitarse ese miedo, sentencia quien
conoció a Jis a principios de la década de 1980, en
Guadalajara, cuando estudiaban en el ITESO. "Yo lo
veía como un ejemplo a seguir", comparte Trino. "Y yo
al principio le ayudé, le di el espaldarazo de salida. Luego ya me alcanzó y
resulta que él es una superestrella y hasta chamba le pido", responde Jis al elogio. Siempre han
sido grandes camaradas, aunque ahora un poco más viejos. "Ahora
ya somos señores gordos, que ya dejamos el futbol
hace muchos años", cuenta Jis, quien tiene 46
años, dos menos que Trino. Entre sus
proyectos futuros, ponderan la versión fílmica de El Santos y "Él
quiere que el guión sea muy raro, y yo le digo que no, que el guión debe ser
como los guiones en las películas de Tin Tan, algo
divertido, pero este pelón quiere hacer una onda David Lynch.
Creo que de repente tiene un gusto muy orate para las cosas, le gustan las
cosas raras". Más que
coincidencias, como podría suponerse, entre ellos hay diferencias
irreconciliables, asegura Jis: "Pero por
cuestiones de dinero todavía nos juntamos para seguir sacando un poco de
pachocha". |