Roberto Montenegro (1887-1968)
¿Qué más ejemplar e irónico que aquel
óleo de Roberto Montenegro (1942), en el que un hombre de espaldas,
ofreciendo a nuestra mirada sus espléndidas nalgas, termina sus abluciones
sin reparar en las dos mojigatas que, a lo lejos, huyen horrorizadas porque
lo vieron de frente?
SYLVIA NAVARRETE BOUZARD
CONACULTA
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