El pintor y martillero concluyó la renovación del mural
Paco de la Peña signó su sueño cósmico

El museo Raúl Anguiano exhibe, por tercera ocasión, un mural del artista.

 

 

Con su firma en la parte inferior del fresco, el artista tapatío entrega la pieza a la ciudad

 

 

14-Septiembre-06




Para Paco de la Peña el tres es más que un simple número. El pintor y martillero fue uno de los primeros artistas que colaboró con un mural en la que fuera la Galería de Arte Moderno hace casi 30 años. El recinto cambió de nombre, para convertirse en el museo Raúl Anguiano, pero la obra del artista tapatío permanece. Y no sólo eso. Ya ha sido renovada en tres ocasiones. Ayer, el creador firmó su intervención más reciente en el espacio, titulada “El sueño cósmico”, que presenta tres figuras diferentes en su composición: una luna, un pez y una gran sandía. “Es una trilogía. Son tres elementos que forman una Santísima Trinidad y hacen una gran pirámide, que es una composición genética a la cual los mexicanos admiramos. Es un tres, un número cabalístico”, explica.

La renovación del muro fue anunciada en el mes de junio y obedece, se dijo entonces, a la intención de realizar una renovación integral de las paredes exteriores del museo Raúl Anguiano. Aunque el cambió se tomó un mes, la firma había sido postergada, explica el pintor, “porque tuvimos un temporal de ciclones, tormentas y demás. Pero por fin llegó el momento de entregarlo a la ciudad”. Para Paco de la Peña, la estrecha relación entre el artista y su obra genera que, llegado el momento, “la pieza misma transmita la sensación de que está lista. Después de innumerables kilómetros de pinceladas ha llegado la hora”, señala el creador tapatío.

Durante la firma del mural, que se encuentra en la esquina de Mariano Otero y España, Santiago Baeza, director de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara, apuntó que la realización de estas obras es importante “para que las nuevas generaciones conozcan el trabajo de los artistas tapatíos y recordemos nuestra tradición cultural”. Según el funcionario, el museo Raúl Anguiano es un orgullo para Guadalajara, y obras como la de Paco de la Peña sirven “para engalanar el recinto”.

Tres veces se ha renovado la obra del pintor jalisciense y en mismo número de ocasiones, durante 25 años, ha sido el encargado de llevarlas a cabo. Al respecto, el artista confiesa: “Me siento muy contento. De alguna manera el espacio ya me pertenece, en el sentido de que tengo mucho tiempo poseyéndolo”. Sobre la nueva pieza, el pintor y martillero apunta que “es una demostración de cómo el artista puede hacer del microcosmos un macrocosmos y viceversa. Sólo el artista puede lograr hacer del mismo tamaño una sandía, la luna y un pez en un diseño con un ritmo y con una composición no sólo dinámica, sino agradable a la vista”. Considerado por Elías Nandino como “la inteligencia en llamas”, Paco de la Peña apunta que en su obra siempre ha preferido ponerse del lado de lo estético. “Me gusta el arte bello. No estoy del lado del arte controversial. Yo me manifiesto en el marco de la alegría y de un diseño armónico”, apunta De la Peña.

 

 

 

Mariño González