El arte joven toma el Exconvento del Carmen

La obra de artistas como Nitzayé Ruiz se exhibe en el Exconvento del Carmen a partir de esta noche.. EL INFORMADOR.A. GARCIA

  • Exposiciones de abril

Cinco artistas que viven y trabajan en Guadalajara

EL INFORMADOR.-GUADALAJARA, JALISCO.- Los protagonistas del ciclo de exposiciones del mes de abril en el Exconvento del Carmen tienen varias cosas en común: cuentan con menos de 30 años de edad y sus obras versan sobre temáticas actuales. Se trata de cinco artistas que viven y trabajan en Guadalajara, emplean recursos contemporáneos para la construcción de sus piezas y han hecho del estilo figurativo su estandarte de expresión. Y, pese al poco tiempo en su andar por los derroteros del arte, han sido reconocidos en diferentes partes del país por la originalidad de sus respectivas propuestas.

En la cartelera del Exconvento del Carmen se han escrito los nombres de Pablo H. Cobián, Nitzayé Ruiz, Alfredo Gutiérrez, Alfonso Ramírez y Diego Rodarte. Y en sus salas hay óleos, acrílicos, fotografías, videos y diferentes perspectivas de creación que se exhibirán a partir de esta noche (21:00 horas) y hasta el próximo 10 de mayo en este recinto ubicado en la avenida Juárez 638.

El trabajo Alfredo Gutiérrez (Tijuana, 1982), reunido bajo el nombre de Se vende, es el que recibe al público en la primera sala de la planta baja. A través de más de un centenar de piezas realizadas en dibujo intervenido con aerosol, pintura al óleo y graffiti -el espacio del Exconvento del Carmen dedicado a la obra de este artista cuenta con un gran mural titulado Un abrazo urbano-, el creador se cuestiona acerca del "factor de la pertenencia" y la utilidad de la producción artística en estos días: si es para su comercialización o para satisfacer una necesidad creativa.

El tapatío Pablo H. Cobián (1981) ocupa la segunda sala del Exconvento del Carmen. Él parte del concepto de que "el arte no es un objeto, sino una acción", por lo que, además de algunas obras elaboradas en dibujo y pintura al acrílico que retratan el contorno de figuras femeninas, su exposición titulada Pic-nic de camino hacia el cosmos, mi vida es una lista interminable de gente diciendo adiós, se divide en "cúmulos" ordenados curatorialmente en el espacio por el artista Juan Bastardo. En ellos se han agrupado la fotografía, el video y el performance para canalizar las preocupaciones creativas de Cobián: la formación social del individuo y el enaltecimiento del yo (o una oda al egocentrismo) para cumplir con su función interactiva con el espectador.

La estética pop y los colores iridiscentes emanados de la paleta de Nitzayé Ruiz (Guadalajara, 1980) pueden ser apreciados en la primera sala de la planta alta. La muestra Summer holidays está conformada por alrededor de 15 obras que surgieron de una vivencia vacacional ocurrida a la artista ganadora del Premio Nacional de Pintura Atanasio Monroy dos ediciones atrás. Pero, según refiere ella misma, el cromatismo es aún más importante en estas creaciones que los personajes infantiles que los personifican.

Oriundo de Aguascalientes y con cuatro exposiciones individuales en su trayectoria, Alfonso Ramírez (1976) exhibe Deformaciones en la sala posterior a la que ocupa Ruiz. Para su primera muestra en esta ciudad, el pintor ha hecho una selección de más de 20 obras que escinden de la representación transformada de las formas femeninas en un pictórico que se llena de líneas gruesas y colores ocres.

La asociación e injerencia ejercida por una rutina de vida puramente tapatía se refleja en la muestra Ausencia, presencia, distancia y tiempo del artista capitalino Diego Rodarte (1984). Este pintor radicado en Guadalajara desde hace tiempo mezcla en la composición de sus obras el óleo del que se vale para darle vida a figuras hiperrealistas con el collage y el dibujo (punta seca). Aunque advierte que no hay un orden establecido en su trabajo, en su metodología de creación, de acuerdo con él, intervienen factores como la observación del entorno .Se aventura a interpretar plásticamente lo que ocurrirá en un futuro mediante sus obras, pero sin un afán de "revolucionar el arte".

CRÉDITOS: Informador Redacción / MFRC

 

 

Sangre joven fluye en las salas del ex convento

Previo al comienzo del periodo vacacional, el recinto inaugura esta noche cinco exposiciones que tienen una cosa en común: todas son realizadas por jóvenes artistas que no superan los 30 años de edad.

 

Diego Rodarte, Nitzayé Ruiz, Pablo Cobián, Alfredo Gutiérrez y Alfonso Ruiz. Foto: Giorgio Viera

PÚBLICO.-Guadalajara.- La ciudad recibe a sus visitantes con los brazos abiertos. El aerosol interviene dibujos y se encarga, al mismo tiempo, de ponerlo todo en venta. La infancia se transforma con la estética del pop art y las despedidas se convierten en tema de creación. Boletos de camión y notas de remisión se convierten, de pronto, en soportes para la pintura. Eso, y más, es lo que los espectadores podrán comprobar a partir de esta noche en el ex convento del Carmen, que renueva su catálogo de exposiciones con cinco muestras que, a pesar de sus diferencias, tienen algo en común: todas son realizadas por creadores cuya edad no rebasa los 30 años.

El hecho de que todos los artistas sean jóvenes, explica Paco Barreda, es señal de que “los artistas en Guadalajara están trabajando”. El titular de la Dirección de Artes Visuales de la Secretaría de Cultura explica que las propuestas de Diego Rodarte, Nitzayé Ruiz, Pablo Cobián y Alfredo Gutiérrez se complementarán con la de Alfonso Ruiz, que llega procedente de Aguascalientes. Todo para ofrecer un panorama del arte joven y justo a tiempo para iniciar el periodo vacacional.

Se vende. Graffiti y arte

La planta baja del ex convento del Carmen huele a aerosol. Al fondo de la sala, sobre el muro, una urbe de aerosol extiende sus brazos para acoger a todos. “Una ciudad te da la bienvenida y luego te consume”, explica Alfredo Gutiérrez sobre el graffiti que realizó como parte de la exposición Se vende. Pero no se queda en el muro: se mete, también, en los dibujos, donde se leen leyendas como “Se vende o cambio por pick up” o “Plusvalía garantizada”. Porque, al menos en la planta baja del recinto, todo está en venta. “La exposición maneja varios discursos, todos relacionados con la venta. En la calle todo se vende o se cambia, y entonces surge la idea de la pertenencia”, explica el artista tijuanense, quien se define como alguien que estudió arquitectura para ser graffitero y pintor. Como artista urbano, Alfredo tiene bien claro su objetivo: “Pinto mucho en la calle para sacar el arte de las galerías”. Sin embargo, señala que también son positivos este tipo de ejercicios en los que el arte callejero entra a un museo o una galería.

Summer holidays. Infancia y art pop

Colores, muchos. Infancia, también. Esos son los elementos que pueblan la obra de Nitzayé Ruiz y que dan la bienvenida al recorrido por la planta alta del ex convento. Y la pintora agrega un elemento más: la vida cotidiana. Ganadora en 2007 del Premio Atanasio Monroy en la categoría Principiantes, la artista se mete ahora al recinto para presentar la exposición Summer holidays, serie que surgió a partir de la visita de tres niñas que vinieron de los Estados Unidos y que sirvieron de punto de partida para el trabajo plástico de Ruiz. “Hay una fuerte influencia de la estética del pop art y el diseño gráfico. Me gusta ofrecer una obra abierta, para que el público pueda hacer sus propia historia”, dice Nitzayé sobre su propuesta, en la que, añade, el color es el protagonista, así como la infancia. “En las piezas hay una estética infantil porque incluso puse a las niñas a pintar y, con base en eso, seguí trabajando los cuadros”.

Picnic. Dibujos y narices rojas

La vida está llena de despedidas y ciclos. Eso lo sabe Pablo Cobián. Y por eso, aunque largo, el título de su exposición es bastante explícito: Picnic. De camino hacia el cosmos, mi vida es una lista interminable de gente diciendo adiós. La muestra incluye pinturas en acrílico, dibujos con marcador permanente, instalaciones y un video. Todo curado por Juan Bastardo y con la premisa que rige el proceso creativo de Cobián: “Siempre he concebido el arte no como un objeto, sino como una acción. De ahí parto. Me gusta trabajar a partir de acciones”. Así, lo mismo hay piezas de corte autobiográfico y otras que plantean el lugar del individuo respecto de la colectividad. La exposición de Pablo tiene un plus: vaya usted al Ocio, elija una edecán y luego apersónese en el ex convento: una chica con antifaz y nariz roja le explicará, de buena gana, la pieza que le pida.

Ausencia. Boletos y notas

Boletos de camión. Solicitudes de empleo. Notas de remisión. Todo cabe en un bastidor sabiéndolo acomodar. Y eso, precisamente, hizo Diego Rodarte para la exposición Ausencia, presencia, distancia y tiempo, que cierra el recorrido por el ex convento. Todos los elementos que aparecen en sus cuadros sirven, detalla el artista, “para reflejar la vivencia de un ciudadano de Guadalajara. Me interesa expresar mi entorno y presentar lo que vivo”. El recorrido por la cotidianidad de Rodarte se da a través de los 18 cuadros que protagonizan la exposición. “Lo que quieran preguntar, pregúntenselo a los cuadros. Ellos hablan por mí porque ahí está todo lo que quiero decir”, sentencia el pintor.

Las cinco exposiciones se inauguran hoy a las 21:00 horas. ¿Dónde? En Juárez 638, entre Pavo y 8 de Julio. La entrada es libre.

Édgar Velasco