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Los personajes
de Moná Orozco están llenos de color. Tienen ojos
grandes, miran “valemadristas y serenos” al
espectador y disfrutan su soledad. La pintora tapatía dice que un día
“ellos llegaron sin avisar, tomaron vida propia, me dijeron que a les
sobraba tiempo para la nostalgia y me conmovieron”. Acompañada por sus personajes,
Moná se metió a la Alianza Francesa para mostrar
la exposición Antigua gente sin tiempo en la época de la luz, que se
inaugura esta noche.
La formación de Orozco como diseñadora gráfica se hace presente en sus
cuadros. “Se ve sobre todo en la técnica y en los terminados”, señala la
pintora que, además, también estudió diseño de modas y alta costura. “Se
nota mucho en las ropas glamorosas que tienen mis personajes”. El mensaje
principal de la exposición, explica Moná, es que
el espectador reflexione acerca de las bondades que tiene la soledad. “En
estos tiempos, la gente no sabe estar sola. En lo personal disfruto mucho
mi soledad. La rutina nos lleva a estar corriendo siempre”. Pero, aunque la
soledad es una constante en los personajes de sus cuadros, éstos nunca
están completamente aislados: “Siempre hay alguien inesperado que te
ayuda”. Por eso, algunos de sus protagonistas aparecen estrechando manos
que surgen de cajas de sorpresas o acompañados por siluetas. La invitación
de parte de la Alianza Francesa para exponer llegó en 2005. Un año después,
Moná apareció en el recinto. Pero no lo hizo
sola: la acompaña esa Antigua gente sin tiempo en la época de la luz. La
inauguración será a las 20:30 horas en López Cotilla 1199.
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