(Documento enviado a
Inés Palomar por Mónica Orozco)
"En otro
tiempo la naturaleza humana era muy diferente de lo que es hoy. Primero había tres
clases de hombres: los dos sexos que hoy existen, y uno tercero, compuesto de
estos dos, el cual ha desaparecido conservándose sólo el nombre. Este animal
formaba una especie particular, y se llamaba andrógino, porque reunía el sexo
masculino y femenino; pero ya no existe y su nombre está en descrédito. En
segundo lugar, todos los hombres tenían formas redondas, la espalda y los
costados colocadas en circulo, cuatro brazos, cuatro piernas, dos fisonomías,
unidas a un cuello circular y perfectamente semejantes, una sola cabeza, que
reunía estos dos semblantes opuestos entre sí, dos orejas, dos órganos de la
generación y todo lo demás en esta misma proporción. Marchaban rectos como
nosotros, y sin tener necesidad de volverse para tomar el camino que querían.
Cuando
deseaban caminar ligeros, se apoyaban sucesivamente sobre sus ocho miembros, y
avanzaban con rapidez mediante un movimiento circular, como los que hace la
rueda con los pies al aire. La diferencia, que se encuentra entre estas tres
especies de hombres, nace de la que hay entre sus principios. El sol produce el
sexo masculino, la tierra el femenino, y la luna el compuesto de ambos, que
participa de la tierra y del sol. De estos principios recibieron su forma y su
manera de moverse, que es esférica. Los cuerpos eran robustos y vigorosos y de
corazón animoso, y por esto concibieron la atrevida idea de escalar el cielo, y
combatir con los dioses, como dice Homero de Efialtes y de Oto. Zeús examinó con los dioses el partido que
debía tomarse. El negocio no carecía de dificultad; los dioses no querían
anonadar a los hombres, como en otro tiempo a los gigantes, fulminando contra
ellos sus rayos, porque entonces desaparecerían el culto y los sacrificios que
los hombres les ofrecían; pero, por otra parte, no podían sufrir semejante
insolencia. En fin, después de largas reflexiones, Zeús se expresó en estos términos: Creo haber encontrado un medio de de conservar a
los hombres y hacerlos más circunspectos, y consiste en disminuir sus fuerzas.
Los separaré en dos; así se harán débiles y tendremos otra ventaja, que será la
de aumentar el número de los que nos sirvan; marcharán rectos, sosteniéndose en
dos piernas sólo, y si después de este castigo conservan impía su audacia y no
quieren permanecer en reposo, los dividiré de nuevo, y se verán precisados a
marchar sobre un solo pie, como los que bailan sobre odres en la fiesta de
Caco.
Después de
esta declaración, el dios hizo la separación que acababa de resolver, y la hizo
lo mismo que cuando se cortan huevos para salarios, o como cuando con un
cabello se los divide en dos partes iguales. En seguida mandó a Apolo que
curase las heridas y colocase el semblante y la mitad del cuello del lado donde
se había hecho la separación, a fin de que la vista de este castigo los hiciese
más modestos. Apolo puso el semblante del lado indicado, y reuniendo los cortes
de la piel sobre lo que hoy se llama vientre, los cosió a manera de una bolsa
que se cierra, no dejando más que una abertura en el centro que se llama
ombligo.
En cuanto a
los otros pliegues, que eran numerosos, los pulió y arregló el pecho con un
instrumento semejante a aquél de que se sirven los zapateros para suavizar la
piel de los zapatos sobre la horma, y sólo dejó algunos pliegues sobre el
vientre y el ombligo como en recuerdo del antiguo castigo.
Hecha esta
división, cada mitad hacia esfuerzos para encontrar la otra mitad de que había
sido sido separada; y cuando se encontraban ambas, se
abrazaban y se unían, llevadas del deseo de entrar en su antigua unidad, con un
ardor tal, que abrazadas padecían de hambre e inacción, no queriendo hacer nada
la una sin la otra.
Sea lo que
quiera, estoy seguro de que todos seremos dichosos, hombres y mujeres, si
gracias al amor, encontramos cada uno nuestra mitad, y si volvemos a la unidad
de nuestra naturaleza primitiva.
Ahora bien,
si este antiguo estado era el mejor, necesariamente tiene que ser también mejor
el que más se le aproxime en este mundo, que es el de poseer a la persona que
se ama según se desea”.
-Symposio o el Banquete-Platón.
OPINION
PERSONAL CON RESPECTOA LA OBRA "LOS DISTINTOS ESTADOS DEL ALMA".
El tríptico
los distintos estados del alma esta basado en esta historia de las Almas
Gemelas que de cierta forma me dejó marcada, entonces pensé que esas almas pasan
por distintos estados.
El primer estado del Alma es de
color rojo es el encuentro el deseo
de estar juntos, la chispa que los hace sentir que son el uno para el otro
entonces sus almas sienten una simpatía y una atracción que no entienden, de
donde viene pero solo saben que nos se le debe escapar y empieza la conquista.
El segundo estado del Alma es de Color Azul cuando después de la conquista, en
el transcurso del reconocimiento de las almas, en la penetración de sus
esencias, surgen estragos no planeados, hay nostalgia y en ese transcurso
sienten que las noches son largas, y se les quita el hambre de tan solo pensar
que ya no volverán a estar juntas que se fue su alma gemela.
El tercer estado del Alma es de
color amarillo el regreso, cuando
los estragos terminaron y se llegaron a acuerdos, las piedras se limaron y
embonaron perfectamente, las desconfianzas y miedos se acabaron están realmente
decididas a no separarse nunca más hasta que la muerte las separe.
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