Felipe
Calderón inauguró la retrospectiva del artista en el Palacio de Bellas Artes
Siempre he creado de manera libre; nunca he hecho una concesión, dijo
Manuel Felguérez
Arturo
Jiménez
Periódico La Jornada
Sábado 5 de
diciembre de 2009, p. 5
Libertad,
pluralidad y modernidad son tres principios en los que el artista plástico
Manuel Felguérez ha fundamentado su trabajo
creativo, según afirmó él mismo durante la inauguración de una retrospectiva
por sus 80 años de vida, en el Palacio de Bellas Artes.
La
exposición Manuel Felguérez: invención constructiva
fue inaugurada por el presidente Felipe Calderón, quien destacó que "la
trayectoria y la obra de Manuel Felguérez se han
convertido en uno de los capítulos fundamentales del arte mexicano
contemporáneo; su propuesta estética es el despliegue y la afirmación del
arte abstracto en México".
No servir
al modelo
En la
ceremonia, realizada la noche del jueves, estuvieron además Amalia García,
gobernadora de Zacatecas; Alonso Lujambio,
secretario de Educación Pública; y Consuelo Sáizar,
presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, entre otros.
La muestra,
que permanecerá hasta el 7 de febrero, consta de 108 pinturas, lacas, dibujos
y esculturas, creadas desde la década de los 50 hasta el presente.
Manuel Felguérez dijo que siempre ha trabajado de manera
"absolutamente libre" y agregó: "Nunca he hecho una
concesión".
Integrante
de la llamada generación de la
Ruptura, Felguérez recordó que la
principal consigna del movimiento abstracto, que el año que viene cumplirá
cien años, es "no estar al servicio del modelo".
Destacó que
cuando se logra "pasar el espíritu a la materia", se produce el
fenómeno artístico, lo cual es difícil porque el arte es subjetivo, contrario
a la ciencia, que es objetiva.
"La
pluralidad conduce a la individualidad", comentó, pues cada artista debe
crear una obra diferente y original.
Planteó que
el arte moderno se dio durante todo el siglo pasado y que el arte es una
cadena en la que cada artista debe intentar poner un eslabón más con base en
la invención y la creatividad. "Más que una gente que rompe, creo que
soy una gente que continúa", compartió. |
Manuel Felguérez
celebra medio siglo artístico
Manuel Felguérez
a punto de cumplir 81 años.EL INFORMADOR
Bellas Artes exhibe más de un
centenar de obras de uno de los máximos exponentes del movimiento abstracto
en México
CIUDAD
DE MÉXICO.- El
Museo del Palacio de Bellas Artes celebra medio siglo de trayectoria
artística del pintor y escultor zacatecano Manuel Felguérez
con una retrospectiva de su obra realizada desde los años 50 hasta la
actualidad, en la que pone de manifiesto su máxima de que “el caos no
existe”. En todo caso, matiza, “procuro crear un orden caótico y echarle
después el orden matemático encima”.
A punto de cumplir 81 años, este creador convencido de que “será el arte
abstracto el que cracterizará el siglo XX, no el
figurativo” conserva aún la capacidad de admirarse en el día a día, la fuerza
de seguir creando y la fortaleza personal que lo mantienen en una actividad
constante.
Reconocido como uno de los grandes creadores del llamado Movimiento de la Ruptura a la vez que uno
de los máximos exponentes de la corriente abstracta en México, Felguérez sostiene que el arte “es creción
e invención; refleja su relación con la sociedad”. Para él, “pintar un cuadro
es como hacer el amor: empieza uno con muchas ganas, pero luego comienza a
sufrir y a angustiarse hasta que un día, por fin, sale”.
Dice también que “todo cuadro, como un ensayo o una novela, se corrige; es
más el tiempo que uno se pasa reflexionando, mirando y quitando, que
poniendo”.
Han pasado 20 años desde la última vez que el pintor y escultor nacido en
Hacienda Valparaíso el 12 de diciembre de 1928 expuso en Bellas Artes, donde
su obra regresa ahora a través de la exposición Manuel Felguérez.
Invención constructiva “como reflejo de la creación realizada desde los
inicios en la abstracción hasta el esplendor del lirismo único en uno de los
artistas más prominenteas que ha dado México”, de
acuerdo con la titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Vicencio.
Diversidad de periodos creativos
La exposición, curada por Jorge Reynoso Pohlenz y Alberto González, reúne 108 piezas, entre
esculturas y pinturas, procedentes de los acervos de los museos de Arte
Moderno de la Ciudad
de México y de Arte Abstracto de Zacatecas, así como de colecciones
particulares y del propio Felguérez.
La idea es mostrar al público los distintos periodos creativos del artista a
través de la obra cuidadosamente seleccionada para Manuel Felguérez.
Invención constructiva. Los curadores cuentan que “se buscaron comunes
denominadores, no hacerlo por décadas, sino ubicar series de continentes de
obras”.
La muestra toma el título de una de las piezas expuestas en el Museo del
Palacio de Bellas Artes, donde el público podrá apreciar el orden y el
desorden, el juego de equilibrio y desequilibrio, el manejo lúdico, la
simetría de las creaciones de Felguérez.
Las salas que acogerán hasta el 7 de febrero del próximo año las obras de la retrospectiva Manuel Felguérez.
Invención constructiva cuentan con información clara y detallada de cada
pieza y etapa creativa de su autor, así como datos biográficos. “La
documentación se corona con una entrevista en la que el maestro habla, en
primera persona, sobre su obra artística”, destaca Reynoso
Pohlenz.
Obra plástica
En su pintura, Manuel Felguérez muestra una pronta
preferencia por el abstraccionismo, en donde la geometría en sus formas
básicas -círculo, triángulo, cuadrado y rectángulo- fungen como elementos
fundamentales, manifestándose en pequeños planos que se tocan y se confunden,
se atraen y se rechazan, dando lugar a un juego de fuerzas que crean una
tensión en el espacio compositivo. En esta etapa, los tonos rosas, los
azules, los grises y los rojos son los protagonistas de un dinamismo dado por
la difuminación del color en las obras.
Más tarde, el artista exalta la opacidad del negro y del blanco aplicando el
color a modo de manchas yuxtapuestas, las cuales devienen en figuras
irregulares que se expanden sobre la superficie. De entre ellas, aparecen
desmembrados cuerpos femeninos evocadores de una gran sensualidad.
En la década de los setenta, su pintura se inclina por la pureza del color y
las formas geométricas, en donde sobresale el valor de la repetición en las
figuras de líneas rigidizadas. Estas formas se
desdoblan en superficies cada vez más amplias, algunas de ellas texturizadas
por los juegos del pincel que dan movimiento y calidez al conjunto, logrando
siempre una unidad armónica.
Felguérez vuelve a la organicidad de las formas,
creando nuevas tensiones entre las líneas curvas y las líneas rectas, los
tonos opacos y los colores claros, hasta llegar a un punto en que sus trazos
adquieren un dinamismo visceral, en donde sus formas ingrávidas parecieran
una explosión de rojos y amarillos brillantes. Estas composiciones realizadas
en los años noventa adquieren una gran fuerza pictórica, en las cuales el
artista sintetiza todo un largo proceso de trabajo.
“Todo cuadro, como un ensayo o una novela, se corrige; es más el tiempo que
uno se pasa reflexionando, mirando y quitando, que poniendo”
Manuel Felguérez, pintor y escultor.
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