LA JORNADA, febrero 8, 2007

 

El recinto ha albergado más de 60 exposiciones de artes plásticas colectivas e individuales

Se consolida Mio Cardio como un espacio para artistas emergentes, alternativos y con trayectoria

Los creadores y público reconocen el lugar por su música y la calidad de su comida y bebidas

CECILIA DURAN

 

Para celebrar su quinto aniversario, el Café Mio Cardio convocó a los artistas a participar en una exposición cuyo tema central fuera el corazón. En el recinto están expuestas 110 piezas de 68 artistas y todas están a la venta Foto: ARTURO CAMPOS CEDILLO

Hace cinco años el Mio Cardio surgió como un espacio de promoción de arte, de música, buena comida y bebida. En este camino, Lila Dipp y Alejandra Pérez Peña, propietarias del lugar, han vencido varios obstáculos y lograron consolidarlo como un lugar de desarrollo para artistas emergentes, alternativos y con trayectoria.

Si hubo algo que las caracterizó fue la tenacidad porque estaban convencidas que Guadalajara necesita espacios culturales. Hoy aseguran estar contentas y satisfechas con Mio Cardio, lugar que se reconoce por su comida y bebidas de calidad en el restaurante, los miércoles de jazz son un éxito y lo que consideran lo más importante: en lo que llevan de vida más de 60 exposiciones de artes plásticas colectivas e individuales que agruparon a más de 200 creadores.

Cinco años de vida son buenos para recordar anécdotas, hacer balances y hasta reírse de lo que ellas mismas consideran que fue “un vía crucis”.

“Estamos muy contentas y satisfechas con lo que hemos logrado y ha sido como un via crucis. Al año de habernos instalado por la glorieta Chapalita tuvieron que cambiar de lugar porque era demasiado pequeño y con muchas restricciones. Ahora hay más responsabilidad porque la galería amplió sus espacios y tenemos el deber de seguir por nuestros clientes y seguir ofreciendo lo de siempre: buena música, arte y buena comida”, dice Lila Dipp.

“Nos ha costado trabajo porque la burocracia es terrible y en cinco años alrededor de cuatro veces tuvimos que volver a sacar las licencias, demasiados inspectores y papeles. En vez de simplificar las situaciones, las hacen más complicadas. Además la colonia Chapalita es bastante difícil, aunque nosotros lo respetamos, porque los colonos son exigentes. No podemos excedernos en el horario, hay cosas que no podemos poner en música, a cada rato nos piden que bajemos el volumen, pero vale la pena pagar el precio porque es tranquilo”.

La celebración para el aniversario incluye una exposición colectiva, previa convocatoria abierta a todo aquel artista que quisiera participar cuyo único requisito era crear una pieza cuyo tema central fuera el corazón. Hoy se exponen en las paredes del Mio Cardio 110 piezas de 68 artistas y todas están a la venta.

Los martes a las 19 horas hay catas de vinos, para que la gente aprenda a reconocer la diferencia entre los vinos de otros países; los miércoles Natalie Braux y Sibila tocan música israelí y los jueves y viernes son de jazz. El miércoles 14 de febrero habrá un perfomance de Braux y la pintura de Sandra Carvajal; además se rifarán copas de vino, botellas y habrá una tómbola para que todos los asistentes se vayan con regalos.

Han adicionado a la carta del restaurante nuevos platillos en el menú como pizas gourmet, panelas al grill, aumentaron el rango de combinaciones de vinos de mesa y frutas y agregaron infusiones de té.

Además abrieron una boutique en la planta alta del Mio Cardio, porque según Lila Dipp no quiere que la gente regale “cochinadas”, mejor que obsequie arte y hecho por mexicanos. Se pueden elegir tazas, playeras, tarjetas, con diseños de Ignacio Osuna, Sandra Carvajal, Moná Orozco, Georgina Arce, Maricarmen Souza, Diana Martin, Lila Dipp, pintores conforman un colectivo del Mio Cardio.

Lila Dipp piensa que hubo pocos secretos para alcanzar el reconocimiento del espacio. “Prefiero trabajar en lo que me gusta, aunque tenga que trabajar más tiempo, pero estoy feliz haciendo lo que me gusta. Me ayudó mucho ser artista para llevar adelante un proyecto como Mio Cardio porque he aprendido que uno tiene que tener mucha humildad, como artista y como dueño de un local. Porque compartir las actividades es como tener gemelos, y si no te gusta es muy cansado. Esto me ha ayudado a ser perseverante, a luchar y seguir adelante. Estuve a punto de tirar la toalla el año pasado, porque ya no podía más de cansada pero al ver que la gente es feliz en el Mio Cardio, me dio mucho aliento”, finalizó.