Guadalajara, Jal., 4 de septiembre de
1997
Versión estenográfica de las palabras del presidente Ernesto Zedillo,
durante la ceremonia en la que hizo entrega de los Premios Jalisco 1995
y 1996 en Literatura, Arte y Ciencias, hoy en la noche, en el Salón
Embajadores del Palacio de Gobierno en esta ciudad.
Muy apreciado señor Gobernador de Jalisco;
Señor Presidente Municipal de Guadalajara;
Señor Rector de la Universidad de Guadalajara;
Muy distinguidos premiados;
Señoras y señores:
Me complace profundamente acompañarlos en esta ceremonia en la que el Gobierno
y la sociedad de Jalisco reconocen la obra de siete distinguidos
escritores, artistas y científicos jaliscienses.
Agradezco mucho al señor gobernador Cárdenas la distinción que me confiere
de poder entregar estos reconocimientos a nombre de todo el pueblo de
Jalisco.
Para los hombres y las mujeres de Jalisco, como para todos los mexicanos,
las obras de Ramón Rubín, Jorge Hernández Campos, Alfonso de Alba, José
Esteban Ramírez Guareño, Irma Serna, Luz María Villarreal de Puga, Otton Shondube, es un orgullo y
motivo de inspiración. Para todos ellos, en lo personal y como Presidente
de la República, reitero ahora el más amplío reconocimiento y la más
cordial y sincera felicitación.
Felicito también al señor Gobernador por el nuevo impulso que ha dado a
este Premio, tan importante para la vida cultural de Jalisco y de todo el
país. Lamento profundamente que Alfonso de Alba no haya alcanzado este día,
pero todos sabemos que la vida es breve y el arte eterno; la obra sobrevive
a sus creadores, afortunadamente. En sus libros y en el recuerdo de sus
amigos Alfonso de Alba seguirá siendo admirable y grata compañía.
Cada uno de quienes hoy reciben el Premio Jalisco ha contribuido por su
propio camino a la grandeza de Jalisco y de México.
Cada uno por sus propios medios ha hecho mejor nuestra vida. Ha abierto
horizontes a nuestra mirada. Ha ayudado a afianzar nuestro lugar en el
mundo.
Cada uno ha sabido ser fiel a su vocación y ha dedicado su vida con entrega
ejemplar a perseguir sus propios sueños, a superar sus propios retos, a dar
alcance a sus propias metas de investigación.
Entre los siete premiados hay, sin embargo, mucho en común. Los siete han
trabajado con pareja intensidad en búsqueda de la excelencia.
Los siete han sido igualmente exigentes para apegarse a lo esencial.
Los siete han aportado su esfuerzo con el mismo fervor para construir y
afianzar nuestra identidad, para darnos un rostro propio, para hacer sonar
nuestra voz.
Los siete nos muestran que las letras, las artes y las ciencias son facetas
igualmente importantes de nuestra cultura, de nuestro modo de vivir.
Nuestra sociedad y muy especialmente la sociedad de Jalisco tiene plena
conciencia del vigor de su arte y de sus tradiciones, y por eso mismo
procura resguardar, difundir y alentar las más altas manifestaciones de
nuestra cultura.
Conscientes de que la fortaleza de nuestra cultura se sustenta en la rica
diversidad regional de sus manifestaciones, en coordinación con los
gobiernos estatales y municipales, pusimos en marcha el Programa de Apoyo a
la Infraestructura Cultural de los Estados; con este programa empezamos a
trabajar para conservar en las mejores condiciones posibles y aprovechar
plenamente, casas de cultura, teatros, auditorios, galerías, que las
propias comunidades definen como los de mayor interés.
Nuestra sociedad está consciente de los retos del porvenir y sabe que la
mejor respuesta para superarlos consiste en mejorar nuestros niveles de
educación. Asimismo, sabemos que la educación y las artes, la educación y
las ciencias, están estrechamente vinculadas. Por eso, el Gobierno de la
República ha puesto un interés muy especial en acercar a los niños y a las
niñas a las manifestaciones artísticas mediante un programa de gran aliento
que se desarrolla en el sistema escolar.
En cada niño, en cada joven, debemos fomentar el orgullo de ser herederos
de una gran cultura y la aspiración de enriquecería mediante el esfuerzo
propio; el Gobierno de la República ha asumido la responsabilidad de
impulsar una creatividad libre, independiente y crítica, que se multiplique
en todas las regiones del país.
En lo que va de esta administración federal se han otorgado becas a 7 mil
800 artistas, escritores, artesanos, intérpretes, grupos artísticos y
comunidades urbanas, rurales e indígenas; como base para la extensión de la
cultura, del conocimiento, de las artes y de las ciencias, hemos
fortalecido la red nacional de bibliotecas públicas que llega a más de 5
mil 600.
Seguiremos trabajando en el fortalecimiento de nuestra cultura, que es la
base de nuestra fuerza como nación.
Señor Gobernador;
Señoras y señores:
Jalisco es un estado de tradición cultural especialmente rica, su ejemplo
ilumina el trabajo de todos los mexicanos.
En Jalisco como en el resto del país el cultivo de las letras, la creación
artística y la investigación científica congregan la energía más creativa y
generosa.
En Jalisco como en todo México estas actividades necesitan para su
desarrollo recursos suficientes y un clima de estabilidad y de libertad.
Estamos iniciando una nueva etapa en la vida del país, de crecimiento
económico y de democracia; de mejores condiciones para lograr un desarrollo
con justicia. La contribución de ustedes, de la comunidad literaria,
artística y científica es primordial para que los mexicanos alcancemos las
metas que nos hemos propuesto.
Ustedes, en muchos momentos se constituyen en la conciencia crítica de
nuestra sociedad. Ustedes, todos los días están construyendo el sólido
edificio de nuestra cultura.
Los convoco a que sigan trabajando con la misma tenacidad que hasta ahora
para hacer realidad las aspiraciones más altas de los mexicanos; a que
sigan buscando la excelencia y sigan consagrados a superar los retos; a que
sigan esforzándose en favor de la cultura, la unidad y el bienestar de los
jaliscienses y de todos los mexicanos. Que sea por el bien de Jalisco, que
sea por el bien de nuestro querido México.
Muchas
gracias.
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