GUADALUPE SIERRA

 

Karla Garduño/Mural
Guadalajara, Jalisco.-  Hace 2 años Guadalupe, Lupe Sierra, murió en el silencio. Hasta 2 meses después se anunció el fallecimiento de esta mujer excéntrica, pintora naif, figura que ahora el Museo de las Artes rescata en una retrospectiva.

A través de un arduo trabajo de recolección de obra, Ricardo Duarte, curador, y Sunny Ramírez, la directora del espacio, han reunido cerca de 50 cuadros que expuestos en la sala principal del Museo de las Artes contarán la historia de Lupe Sierra.

"Hay una etapa muy temprana de Lupe Sierra en la cual todavía no era tan naïf como finalmente resultó en sus últimas obras. Tenemos particularmente dos autorretratos en una época en la que ella todavía no tenía esta tendencia. Tenemos obra muy realista, obras muy peculiares. Dentro de este naïf te puedes encontrar hasta un homenaje a Van Gogh, que era uno de los artistas que admiraba Lupe", explica el curador.

Los paisajes de San Miguel Allende y Puerto Vallarta, donde pasó sus últimos años, así como la arquitectura de su natal Guadalajara, son los escenarios recurrentes en Lupe Sierra, pero más allá de ese retrato sencillo, la artista recrea escenas que encierran un simbolismo que coloca en lo naif unas notorias comillas.

Uno de los ejemplos más claros es representado por un cuadro en el que aparece una mujer sentada en un balcón, con la catedral detrás y sosteniendo una máscara frente a su rostro. Una escena muy tapatía.

"El manejo del color es extraordinario. Se habla mucho de que es una pintora naïf. Tal vez en su temática resultara naif, pero detrás de la obra hay una gran escuela proveniente de San Carlos. Técnicamente es muy buena. Naïf es entre comillas, porque perfectamente maneja planos de profundidad, perfectamente hay perspectiva. El manejo de la temática es lo que la hace peculiar. Tú puedes ver el grado de definición entre las formas del primer plano con respecto a las del plano posterior y eso es magistral. Al naïf generalmente le da lo mismo el manejo de la forma, el color y la textura", explica el curador respecto a la técnica.

"Sí, hay esa voluntad de hacer las cosas con ese sentido inocente; pero si tu analizas los buenos cuadros de Guadalupe, no es naïf", dijo en alguna ocasión Avelino Sordo Vilchis, quien fue amigo de la artista. "Es naïf epidérmicamente hablando, de primera impresión, pero hay cosas importantes en el cuadro que no tienen nada que ver con lo naïf que a mi gusto es lo que la hace interesante".

El plan de revaloración de Lupe Sierra que pretende el Museo de las Artes, por ser una artista local y por el compromiso adquirido con ella cuando vivía y Ramírez dirigía el espacio, va más allá de la muestra.

Se incluirá una sala lúdica donde los niños tendrán a la altura de sus ojos la obra gráfica de Lupe y un portarretrato que es parte de la colección de "El Pueblo de Jalisco" del Instituto Cultural Cabañas", a partir del cual podrán realizar el suyo propio, con ayuda de un espejo y de Ángela Palma, coordinadora del taller.

"Y va a haber un área donde puedan colgar su autorretrato. Van a haber rompecabezas gigantes con imágenes de los cuadros de Lupe Sierra", dice Duarte a manera de invitación.


Pinceladas del recuerdo
Guadalupe Sierra "Lupe" nació en 1963, años después se convirtió en una de las artistas más peculiares y excéntricas de Guadalajara.

Comenzó sus estudios con el maestro Francisco Rodríguez Caracalla y Ramiro Torreblanca en la Academia de San Carlos. También vivió y aprendió distintas técnicas pictóricas en París.

En 1960 participó en su primera exposición: "Nuevos Valores", colectiva montada en Bellas Artes.

A partir de este momento, su obra recorrió diferentes espacios culturales del país: el Museo de Monterrey, Instituto Cultural Cabañas, Bellas Artes, entre otros.

Mostró su talento en lugares como Francia, Estados Unidos, Canadá y durante una muestra itinerante que duró un año por Europa.

Murió el 21 de marzo del 2000 a la edad de 67 años dejando inconclusa una exposición individual en esta ciudad.