EXCELSIOR.- 04-Diciembre-2008

La obra del pintor y escultor ocupará siete de las ocho salas del Palacio de mármol. Foto: David Hernández

 

“El arte es develar los misterios de la materia”

Luis Carlos Sánchez

Gilberto Aceves Navarro regresa al Museo del Palacio de Bellas Artes después de tres décadas y media

Además de creer que el arte es “un problema personal”, Gilberto Aceves Navarro (ciudad de México, 1931) sigue pensando que la clave para expresarlo, no está en la academia. Por el contrario, su idea del arte tiene que ver con la forma de encontrar una “solución plástica” que dependa exclusivamente de sus medios, “de la capacidad que tengo de ver, de inventar o de crear”, es decir, de una complicación propia que sugiera una visión nueva.

Tal vez por eso, cada ejercicio creativo que emprende tiene tras de sí la “rutina drástica de hacer dibujos y dibujos hasta llegar a pintar un cuadro que tenga vida, que resulte una palabra distinta de los demás, diferente de lo que usan los demás artistas”.

Con más de medio siglo de presencia artística, desde su primera exposición individual, Energía dirigida, montada en 1955 en la Galería Nuevas Generaciones; el pintor, grabador y escultor ha reunido más de cinco décadas de sus “esfuerzos (creativos), no todos logrados, algunos sí, algunos que alcanzan calidad y otros no” en la exposición Gilberto Aceves Navarro. Cinco décadas, una mirada, que se inaugura hoy en el Palacio de Bellas Artes, después de no exponer en el Palacio de mármol desde 1973.

En la muestra, curada por Luis Ruis, pero en cuya selección el artista metió “la mano un poquito”, se reúnen 454 obras entre pintura, dibujo, grabado y escultura agrupadas en diferentes series que exponen las etapas artísticas del pintor, desde sus primeros años, cuando junto a otros personajes como José Luis Cuevas, Manuel Felguérez y Vicente Rojo, creó el grupo conocido como La Ruptura, que propugnaba por una nueva visión para el arte mexicano.

Las obras exhibidas, señala, “lejos de ser absolutamente juicios estéticos, son simplemente juegos abstractos entre las formas que genero y la idea que tiene la gente de lo que tiene que ser arte. Eso de hacer arte es un problema personal que quiere develar todos los misterios de la materialidad en el arte, de qué son, los medios de los que me sirvo para hacer las cosas”.

La exposición se divide en tres núcleos, el primero abarca la consolidación artística de Aceves Navarro en un periodo en el que aún alterna entre lo figurativo y la abstracción, más adelante, en la segunda sección se exhiben autorretratos y series representativas de su obra como Decapitación de San Juan Bautista, Felipe II o Benito Juárez.

La muestra antológica, cierra con un acercamiento a su producción más reciente, abarcando series realizadas desde 2000 hasta 2006 e incluye la escultura Las puertas monumentales, expuesta en la explanada de Bellas Artes y Las bicicletas, un conjunto de 98 vehículos de colores rojo y negro que invaden la plaza y el vestíbulo del recinto, extendiéndose hasta la Alameda Central.

En la elaboración de su obra el artista se acerca a determinado tema que despedaza hasta sacarle el último jugo, a través de múltiples trazos. “Lo que hago es machacar hasta dejar como polvo la obra de la cual empiezo, pero no intento que se parezca, creo que es una solución plástica que depende exclusivamente de mis medios, de la capacidad que tengo de ver, de inventar o de crear, de ahí aparecen estas series y no me alcanza un solo cuadro para terminar con ella, a veces son muchos, a veces pocos, a veces ninguno”.

Una aproximación a su técnica, se encuentra en el libro Método de dibujo de Gilberto Aceves Navarro. Fundamentos interdisciplinarios, de Luz del Carmen Vilchis, que busca acercarse a la teoría del artista, con la intención de que cualquier persona pueda registrarlo en su interior y sea capaz de dibujar sin ningún modelo predeterminado.



Gilberto Aceves Navarro regresa al Museo del Palacio de Bellas Artes después de tres décadas y media

Además de creer que el arte es “un problema personal”, Gilberto Aceves Navarro (ciudad de México, 1931) sigue pensando que la clave para expresarlo, no está en la academia. Por el contrario, su idea del arte tiene que ver con la forma de encontrar una “solución plástica” que dependa exclusivamente de sus medios, “de la capacidad que tengo de ver, de inventar o de crear”, es decir, de una complicación propia que sugiera una visión nueva.

Tal vez por eso, cada ejercicio creativo que emprende tiene tras de sí la “rutina drástica de hacer dibujos y dibujos hasta llegar a pintar un cuadro que tenga vida, que resulte una palabra distinta de los demás, diferente de lo que usan los demás artistas”.

Con más de medio siglo de presencia artística, desde su primera exposición individual, Energía dirigida, montada en 1955 en la Galería Nuevas Generaciones; el pintor, grabador y escultor ha reunido más de cinco décadas de sus “esfuerzos (creativos), no todos logrados, algunos sí, algunos que alcanzan calidad y otros no” en la exposición Gilberto Aceves Navarro. Cinco décadas, una mirada, que se inaugura hoy en el Palacio de Bellas Artes, después de no exponer en el Palacio de mármol desde 1973.

En la muestra, curada por Luis Ruis, pero en cuya selección el artista metió “la mano un poquito”, se reúnen 454 obras entre pintura, dibujo, grabado y escultura agrupadas en diferentes series que exponen las etapas artísticas del pintor, desde sus primeros años, cuando junto a otros personajes como José Luis Cuevas, Manuel Felguérez y Vicente Rojo, creó el grupo conocido como La Ruptura, que propugnaba por una nueva visión para el arte mexicano.

Las obras exhibidas, señala, “lejos de ser absolutamente juicios estéticos, son simplemente juegos abstractos entre las formas que genero y la idea que tiene la gente de lo que tiene que ser arte. Eso de hacer arte es un problema personal que quiere develar todos los misterios de la materialidad en el arte, de qué son, los medios de los que me sirvo para hacer las cosas”.

La exposición se divide en tres núcleos, el primero abarca la consolidación artística de Aceves Navarro en un periodo en el que aún alterna entre lo figurativo y la abstracción, más adelante, en la segunda sección se exhiben autorretratos y series representativas de su obra como Decapitación de San Juan Bautista, Felipe II o Benito Juárez.