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Decapacitación
de San Juan Bautista. Gilberto Aceves
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Terra.- Muchas son las virtudes de
Gilberto Aceves Navarro, pero entre todas destaca su excelente sentido del
humor, el cual aflora en cada anécdota que relata. Y así, cuajada de
anécdotas y chascarrillos estuvo la charla que sustentó el martes pasado en el
Museo de Arte Moderno (MAM), en el marco del ciclo Venga a tomar
café con...
A su lado, Gabriela Molina, realizadora del disco interactivo Gilberto
Aceves Navarro: Catálogo razonado de pintura 1950-2000, que se pone a la
consideración con 923 obras en el MAM.
Aceves Navarro reconoció públicamente el mérito de la también
historiadora del arte al decir que este catálogo es la llave del orden de lo
que ha hecho. Es una responsabilidad compartida desarrollada por la
generosidad y entusiasmo de Gabriela, quien realizó una labor heroica.
“Cuando alguien me espantaba diciendo: ‘quiero hacer una retrospectiva de tu
obra’, yo preguntaba ‘¿una retrospectiva mía? No sabes en la que te metes’”,
y entonces aparece Gabriela y se pone a buscar y hurgar en una bodega y en
otra, y en un cuarto y en otro y de repente aparecen 600 cuadros en mi
estudio, cuando yo pensaba que tenía como 180 piezas. “Esto quiere decir que
tengo un éxito de venta maravilloso”, y las estruendosas carcajadas casi le
impiden terminar la frase.
Ella me indicó: “Hay más cuadros importantes que has hecho; momentos tuyos
que no están registrado en estas obras, ¿dónde están? Y mientras mi flaca
memoria trataba de ubicar en donde habían quedado tantos años de trabajo,
Gabi iba de aquí para allá recolectando piezas.
“Apenas la semana pasada recordé que entre la obra que mi mamá guardaba había
varios retratos que le hice; algunos autorretratos míos; algunos de mis
primeros cuadros en los que retrataba los cabarets de México de los que no
salía. Al morir mi madre, mi hermano se quedó con la obra y al morir éste ya
no sé dónde quedaron. Espero que toda esa obra alguna vez aparezca, tal vez
cuando se dé a conocer este catálogo razonado”, señaló el esperanzado
creador.
“Como ésos hay muchos cuadros que dejé por ahí y ya nunca recogí. Hoy,
después de 30 años no voy a reclamarlos. Esto lo digo por si alguien tiene
alguno por allí, no se preocupe que no se lo voy a quitar, pero sí sería
bueno que lo prestara para incluirlo en la segunda parte de este catálogo razonado”,
y de nuevo las carcajadas interrumpieron el silencio.
El catálogo fue auspiciado por el Programa de Proyectos Culturales y
Coinversiones del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
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