FIDENCIO CASTILLO
 

VOLVER

Fidencio Castillo Santiago (1907-1993)

Nació en Etzatlán, Jalisco, en noviembre de 1907. Fueron sus padres Trinidad Castillo y Raymunda Santiago. Se casó el 1 de julio de 1949 con Paz Castillo Alarcón, originaria de San Luis Potosí, con quien procreó 5 hijos. En 1934 llegó a la Ciudad de México a la edad de 27 años, en donde se desempeñó en diversos oficios. Su amor por la escultura inició al ver el patio de la escuela La Esmeralda donde se encontraban canteros, alumnos y maestros. En 1937, a la edad de 30 años, inició la práctica de la escultura de forma autodidacta; poco tiempo después también inició sus estudios en la Escuela Libre de Escultura y Talla de Directa de la SEP, y debido a sus habilidades participó como profesor de esa misma institución, dirigida por Guillermo Ruiz (1894-1965); asimismo, estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” con los maestros Oliverio Martínez (1901- 1938) y Rómulo Rozo (1899-1964). En 1956 comenzó a trabajar como profesor por más de 30 años.

La mayoría de sus obras son tallas en piedra con inspiración prehispánica y sentido nacionalista.

Falleció el 29 de julio de 1993 en la Ciudad de México, a la edad de 86 años.

Exposiciones en La Alameda, 1960 y 1962

En la primera de estas exposiciones, titulada Escultura Mexicana Contemporánea, participaron 42 escultores con un total de 70 obras. La portada del catálogo fue ilustrada con la obra Hermanas, de Fidencio Castillo, que le valió una mención honorífica.

La segunda exhibición correspondió a la Primera Bienal Nacional de Escultura, a la que le sucedieron tres más en el Museo de Arte Moderno. En esta ocasión participaron, por convocatoria,artistas mexicanos y extranjeros, algunos de reconocida trayectoria y otros cuyo nombre se dio a conocer por vez primera. Se establecieron tres categorías: escultura libre en La Alameda Central,con 36 escultores y 64 piezas; escultura libre en las galerías de la Ciudad de México, con 28 escultores y 63 obras, y escultura integrada a la arquitectura con 5 participantes y 13 maquetas.

Los espacios museográficos fueron los propios jardines de La Alameda para las esculturas de gran formato, y en las hermosas galerías Las Pérgolas las esculturas de pequeño y mediano tamaño. Ambas exposiciones fueron impulsadas por el Instituto Nacional de Bellas Artes, a través del entonces Museo Nacional de Artes Plásticas, en colaboración con el Departamento del Distrito Federal. Se concedieron tres premios de adquisición por 15 mil pesos cada uno, a Herbert Hoffman Ysenbourg, Rosa Castillo Santiago y Anastasio Téllez; otros premios de 18 mil pesos a Waldemar Sjölander, J. M Giménez Botey y Elizabeth Catlett.

El espíritu de estos dos magnos eventos fue el de propiciar puntos de encuentro entre la tradición prehispánica ancestral, las influencias occidentales y la evolución de nuevos estilos que manifestaban abstracción, geometrismo y las utilizaciones de materiales alternos y de reciclaje integrados al urbanismo, para conformar una nueva estética visual generada en la segunda mitad del siglo XX. Las muestras no perseguían la presentación de las esculturas con un guion museográfico, como se estila actualmente, sino simplemente se les asignó un lugar a cada una de las piezas participantes.


 

  información tomada del MUSA