EL SOPORTE EXPRESIVO DE ESPERANZA GAMA

Luna de siempre

EL SOPORTE EXPRESIVO DE ESPERANZA GAMA

 

En la obra de Esperanza Gama llama la atención la completa integración del soporte pictórico con el resultado final de la misma. El papel de amate, producto artesanal resultante de un proceso manual a base de fibras vegetales, es la base elegida por esta artista mexicana para expresar ese misticismo de los orígenes que la caracteriza, esa profunda reflexión que sale de su propio autoretrato y se diluye en la naturaleza y sus elementos: fuego, agua, aire, y tierra.

La proyección de su mundo interior se multiplica y amplifica en imágenes y colores, y se convierte en la “soledad” de Macondo, o en la obsesiva y reiterada vuelta al “ciclo del eterno retorno”.

Partiendo de una cadena de reflexiones expresivas: de rostros velados, de ojos sin rostro, de imágenes religiosas, de exvotos, de estampas pre-hispánicas, de tatuajes, de misticismo,… la artista llega a una síntesis con los propios elementos naturales, que es en realidad, una simbiosis de sí misma con la naturaleza.

Su plástica es elaboración conceptual en la imagen, es el producto de una depuración visual y metafísica, perseguida en pasiones que van y vienen, en el agua y en el fuego, en el aire y en la tierra. Es así que los elementos sensuales buscan su refugio en lo figurativo y en cambio lo conceptual, se expresa en lo abstracto, en lo inasible.

Es en este momento donde el papel de amate adquiere real importancia y hace crecer su significación simbólica, este soporte pictórico es en sí mismo agua y tierra. La rugosidad de lo natural, tanto como su colorido terroso, contribuyen a esa simbiosis mística de lo autóctono y lo adquirido, de lo erótico y lo etéreo, de lo táctil y lo vago, de la naturaleza mestiza propia de la mujer latinoamerica.

El observador de la obra de Gama encuentra símbolos que debe descodificar y claves que debe descifrar; la artista se encierra en su misticismo y prefiere que su público deduzca y elabore, desea que su obra se multiplique en diferentes lecturas, así como se multipliquen sus observadores.

Estas imágenes son producto de una sólida madurez pictórica y de un incansable propósito de elaboración y superación, tanto de la idea, como de la pincelada. Sus referencias a la antigüedad clásica son suficiente prueba de la necesidad de la autora de encontrar respuestas, no solamente a su alrededor, sino también en otras tierras más allá del mar. Y es así como su pintura se universaliza en un afán por buscar una identidad propia que la defina: ¿en el agua, en el aire, en el fuego o en la tierra?

Delia Negro