La Cultura

Tocando fondo, es la nueva colección de FoLé

 

Ana Delia Sarrazín | OC

 

El nuevo espacio para la exhibición de arte contemporáneo de Rafael García González Gallo, dio la bienvenida al pintor tapatío FoLé, quien expone su más reciente producción «Tocando fondo» que reúne coloridos óleos en tela y finos dibujos en carboncillo y carbón sobre papel.

Eduardo Fonseca López mejor conocido como FoLé, nació en el D.F., pero es tapatío por adopción, egresó de Ciencias de la Comunicación de la UAG. Luego inició la carrera de Artes Plásticas en la UdeG que dejó inconclusa, para trabajar intensamente por su cuenta, despegando así con gran acierto en sus primeras exposiciones.

Luego saltó a otros foros importantes del país, en 1997 se fue un año a Arizona, Estados Unidos y de 1998 a 2002 a radicar a ese país realizando varios proyectos en Tucson, Phoenix y La Mesa. Expuso dos veces en el Museo Heard de Phoenix, uno de los más prestigiados de EU, siendo el primer latinoamericano invitado a éste.

Con el apoyo del gobierno estatal donó un mural para un espacio público de La Mesa, Arizona. Tomó cursos de arte y los impartió en distintos niveles. Hizo una escultura «In situ» para el nosocomio de niños con cáncer terminal Children’s Hospital, que en su opinión por la calidad y cantidad de obras parece un museo.

Por razones de salud en el 2002 FoLé se vino a Guadalajara y desde entonces se mantiene en contacto con representantes de la Universidad de Arizona. Ahora prepara material para exponer en Boston, Massachusetts en el 2006, también tiene proyectos para ir a Vancouver, Canadá e Inglaterra.

Hoy por segunda vez en el mismo año Eduardo Fonseca expone en Factor Arte Galería, invitado por su propietario, amigo y en otro tiempo representante, Rafael García González Gallo, situada en Rubén Darío No. 523 casi esquina con Manuel Acuña, donde en su primera muestra vendió el 90 por ciento de su obra.

En esta última nos permite encontrarnos con el misterio de nuestro yo, y con el enigmático otro yo, que en el fondo, tan lejos y tan cerca nos espera y que constantemente desconocemos. Ayuda a tomar un respiro mientras el oleaje de la vida hace levitar alternadamente nuestro tacto al mundo real o irreal.

Mediante el color y carbón de su poética obra, el autor afirma que «tocar fondo no es llegar, sino que representa un momento en que puedes anclar tu vida, sumergirte en tu propio eje y perderte, o bien, para tomarse esos segundos eternos e iniciar un nuevo rumbo en la volátil estancia de este mundo».

En ésta vimos los cálidos óleos en tela «Antes del nuevo viaje», «Adiós al hubiera» y otros. Los finos dibujos de carboncillo y carbón sobre papel «De tanto esperar», «A pesar de todo», «La ruleta», «Para llegar a ti», «Cuando entiendes todo», «Mi ángel», «Reflexión en la nada» y otros cotizados en dólares, pero al alcance de los tapatíos.

En reflexión del autor, Tocando fondo nos impide ser estáticos, nos transforma en equilibristas de mente, cuerpo, alma, emociones y sentimientos, en el amor y desamor, de nuestra fuerza o debilidades. Palpamos una breve zona sólida del gran espejo-abstracto que nos lleva a comprender la fuerza necesaria y nuevo impulso en nuestro camino».