I
Los faros me miran las miradas ahogan, apenas veo el
camino concreto que reseca ojos asfaltados, almas suspendidas, mis pies
apenas pisan pisando me llevan, zapatos sucios almas que buscan, hombres
desechables mujeres que esperan, volver a casa, edificio acartonado mapas de
salida trabajo que no alimenta, volver a casa, guantes negros caja negra mi
vida esta ahí, volver a casa, hambre del alma luz artificial gente
enlatada fuego marrón embotellado, volver a casa, espejo de mi la ciudad,
arañas teléfonos cuchillos paraguas zapatos tejados, volver a casa, un pie
tras otro pie para no perder pie, volver a casa, peso muerto en la caja negra
no hay lluvia en las pupilas humedad contenida, volver a casa, corazón
trémulo, volver a casa, pesa demasiado, volver a casa, siempre sola, volver a
casa, nostalgia del agua infinita, volver a casa, volver a casa, volver a
casa… II Pensé en un camino diferente esta vez para volver a
casa, iris húmedos al cielo que lloró por fin, serenidad otorgada, subir al
azar desconocido el rumbo…para volver a casa. III Tengo ganas de vibrar, lustrar mi destino soltar dejar
ir descubrir conocer compartir el dolor, alargarme y abarcar hasta el ocho
acostado. IV Caminé por el lugar de las siluetas sinuosas en los
tejados, el lugar de los paraguas negros los basureros vivos, calles angostas
como un suspiro anchas como el pensamiento las corazonadas, rostros en las
fachadas agujas afiladas, absorbentes ojos espiralados… ” Sí “ – respondió mi corazón V Él se alimentaría de mi vida, no me importa, mastícala
llévatela lejos haz alquimia con ella rómpela en los siete colores del
espectro a las 3 de la mañana sácamelo todo, quiebra el pasado disuelve los
candados aprende del contenido, aprende de lo que salga tantos zapatos tantos
paraguas viejos, azulejos mojados a la luz del alma vertida, volver a casa,
quémalo en tu vientre para volver a casa.
VI Descender, camino hasta la playa del olvido, ojos
espiralados le ha tomado cariño a la caja negra y se rehúsa a volver conmigo,
se bebió todos mis males, yacen ahora
en la pedregosa arenosidad del mar paraguas en mano no puedo quedarme, de
obsesiones inútiles e ingenuidades fatales está saturado este océano,
fragmentos de mil ilusiones rotas se renuevan a si mismas en el fuego de mi
hogar, de mi corazón partido fluye la fuerza para encontrar, su sangre mi
sangre traza en la arena el mapa para
volver a casa, pero no es necesario ni un solo paso… VII …Ya estoy en casa…
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