CRNICA DE JALISCO

Cultura como nunca

Al desaparecer La Falange de Estudios y fenecer El Ensayo Literario, se conformaron diversos crculos literarios y aparecieron algunas publicaciones, como el caso de la Aurora Potica; pero no fue hasta despus de que se restaurara la Repblica cuando la intelectualidad jalisciense cobr mayores bros. Entonces surgi la Alianza Literaria, bajo la direccin de Jos Mara Vigil, que public una revista del mismo nombre desde marzo de 1875 hasta noviembre del siguiente ao. En ella aparecieron las firmas de Luis Prez Verda, Jos Lpez Portillo y Rojas, Isabel Prieto de Landzuri y Esther Tapia de Castellanos, entre otras.

En 1876, estudiantes avanzados del Liceo de Varones y del Seminario dieron forma a otro grupo denominado La Aurora Literaria, el cual sac, a principios de 1877, una revista con el mismo nombre. Participaron en ella diversos miembros de la extinta alianza y otros jvenes como Agustn Bancalari, Toms V. Gmez, Joaqun Gutirrez Hermosillo y Manuel Puga y Acal. Pero de mayor consistencia fue, sin duda, La Repblica Literaria, cuyo primer nmero apareci en marzo de 1886 y el ultimo en marzo de 1890. Escribieron ah Lpez Portillo y Rojas su fundador y director, Francisco Sosa, Alberto Santoscoy, Jorge Delorme y Campos, Manuel Caballero y Victoriano Salado lvarez, director de algunos nmeros y el autor que despus sera el ms conocido de todos.

Con la desaparicin de La Repblica Literaria se fueron las ltimas auras del romanticismo en Jalisco para dar paso a nuevas tendencias modernistas y realistas en Flor de Lis, publicada entre 1896 y 1899, buscadora de nuevos horizontes en las letras. En 1891 circul durante tres meses Jalisco ilustrado, primer rgano con abundantes grabados, pero a la postre result demasiado caro y cerr pronto. Otro intento del mismo estilo fue la Revista Ilustrada, en 1902, aunque su existencia tambin fue efmera.

Al despuntar el siglo XX circularon Revista Blanca (1901-1914) y Cultura (1909-1916), junto con otras fugaces como Revista de Occidente (1906) y Letras (1909). En 1904 hizo su aparicin el primer peridico editado en ingls, The Times, destinado a la ya muy considerable colonia gringa de Guadalajara.

De suma importancia, a pesar de su corta vida, fue el poeta tapato Fernando Caldern (1809-1845), considerado como precursor del romanticismo. Caldern se distingui por su conviccin liberal, al igual que el laguense Jos Rosas Moreno (1838-1883), quien era un neoclsico tardo o un romntico atemperado. Sobresali Rosas en la fbula, aunque tambin escribi teatro y poesa. Asimismo, promovi la fundacin de algunos peridicos en la ciudad de Mxico y en su pueblo natal. Lagos fue la nica localidad jalisciense que tuvo vida cultural de importancia fuera de Guadalajara. All se fund la Unin Literaria en 1886, dirigida por Vicente Veloz. A la vez, en la casa de Ignacio Torres Lomel —en donde vivi por algn tiempo Rosas Moreno— tuvieron lugar frecuentes tertulias y veladas literarias con nutrida concurrencia. La primera publicacin peridica formal de Lagos fue La Patria de Rosas Moreno, que apareci en 1892, precursora de otras como Pginas Literarias, La Cotorra y Alborada.

Otros literatos de importancia vinculados a este mbito cultural fueron el llamado Poeta de Lagos, Francisco Gonzlez Len (1862-1945), autor de Campanas de la tarde, entre otras obras; el prolfico cura Agustn Rivera Sanromn (1824-1916), quien public ms de doscientos ttulos sobre historia, religin y literatura, entre los que destacan Compendio de la historia antigua de Mxico y Principios crticos sobre el virreinato de la Nueva Espaa; y algo despus el novelista Mariano Azuela, autor en Lagos de Mara Luisa, antes de ser arrastrado por la Revolucin e inspirarse en ella para escribir su famosa novela Los de abajo.

En la produccin teatral destac Marcelino Dvalos (1871-1923), quien al finalizar el siglo XIX pas a radicar en la ciudad de Mxico, estrenando all su primera obra en el ao 1900. Abogado de profesin, incursion igualmente en el cuento y la poesa, pero con menos xito.

Notable por la cantidad y calidad de su produccin fue Ireneo Paz, nacido en Guadalajara en 1836 y fallecido en la capital del pas en 1924. Estudi en el Seminario tapato y en la Universidad de Mxico. Milit en las filas liberales contra el Imperio y desempe puestos de cierta relevancia durante el rgimen porfirista. Fund varias revistas, entre ellas La Patria que dirigi durante cuarenta aos. Fue autor de muchas novelas; sobresalen La piedra del sacrificio (1871) y Doa Marina (1883). Dej inditas sus vastas Memorias, en las que registr informacin de suma importancia.

El mdico y abogado Salvador Quevedo y Zubieta (1859-1935) fue tambin autor de relatos autobiogrficos; vivi varios aos en Europa, primero como exiliado por su enemistad con Manuel Gonzlez y luego desempeando cargos consulares. Escribi la novela La camada, y cultiv tambin la historia.

Por su parte, Manuel Puga y Acal (1860-1930), considerado uno de los primeros poetas modernistas de Jalisco, fue autor de Monlogo lrico y Lirismos de antao, y escribi adems pequeas obras de historia.

Otros escritores que lograron alcanzar un prestigio que trascendi a todo el mbito nacional fueron Luis Prez Verda, historiador tapato que naci en 1857 muri en Guatemala en 1914 en funciones de ministro plenipotenciario de Mxico; Jos Lpez Portillo y Rojas (1850-1923), cuentista y novelista; y Victoriano Salado lvarez, oriundo de Teocaltiche (1867), muerto en la ciudad de Mxico en 1931. El mejor testimonio del trabajo de Prez Verda son los tres tomos de su Historia particular del estado de Jalisco (1910); Lpez Portillo, poco antes de concluir el siglo XIX, public su famosa novela La parcela (1898); Salado lvarez, quien fuera el "humanista por excelencia" de su generacin, descoll principalmente por dos novelas histricas seriadas: De Santa Anna a la Reforma y La Intervencin y el Imperio, mejor conocidas ahora como Episodios nacionales.

Aparte de Prez Verda, personajes como Manuel Cambre (1840-1911) y Alberto Santoscoy (1857-1906) dejaron importantes testimonios de su trabajo historiogrfico. Del primero sobresale La Guerra de Tres Aos y del segundo una nutrida coleccin de pequeos artculos biogrficos y monogrficos.

En 1835, en ocasin del fallecimiento de Jos Mara Uriarte, el gobernador Romero invit a otro pintor de Mxico de nombre Jos Antonio Castro para que tomara su lugar. Castro dej huella imborrable entre sus discpulos en cuanto al culto de la forma y el orden, logrando un gran refinamiento tcnico que le vali numerosa clientela. Adems, Castro sent las bases para la ulterior conformacin de la Sociedad Jalisciense de Bellas Artes, constituida en 1862, cinco aos despus de su muerte. Pero su mayor legado al academicismo jalisciense fue su hijo Felipe Castro, quien antes de radicar en Guadalajara, se form en la Academia de San Carlos de la capital mexicana, donde haba nacido en 1832. Entre sus mejores obras destacan los retratos del carmelita Juan Crisstomo Njera, el arzobispo Pedro Loza, Santos Degollado, Prisciliano Snchez y Miguel Hidalgo, al igual que La Trinidad, localizada en la sacrista de la catedral de Guadalajara. Castro pint tambin sendos murales en el teatro Degollado y en el templo de Jess Mara.

Al igual que los Castro, el pintor Pablo Valdez, nacido en Cocula en 1834, tambin fue muy solicitado. A l se debe el retrato del gobernador Antonio Escobedo y una alegora a la pintura localizada en la catedral. Por su parte, Gerardo Surez, discpulo de Castro, pint temas histricos, como el Cuauhtemoctzin en presencia de Hernn Corts, y otros cuadros de temtica religiosa. Valdez colabor con Jacobo Glvez (1821-1882), quien naci y muri en Guadalajara. Siendo muy joven, Glvez pas a la ciudad de Mxico, donde tom cursos en la Escuela de Minera y en la Academia de San Carlos, ms tarde parti a Europa para mejorar sus conocimientos lo mismo en ingeniera que en pintura. A su regreso a Guadalajara se convirti pronto en el artista neoclsico ms cotizado, dedicndose principalmente a la arquitectura, aunque sin olvidar el pincel. En la cpula del teatro Degollado —diseada por l mismo— pint alegoras del canto IV de La divina comedia y ejecut dos retratos del arzobispo Pedro Espinoza y Dvalos. La obra de Glvez, en la forma y el fondo, es la que ms denota una vocacin europeizante.

Otro acadmico jalisciense de importancia fue Carlos Villaseor (1849-1920), quien plasm primordialmente paisajes y edificios de Guadalajara.

La noche del 15 de septiembre de 1857, a iniciativa de la Sociedad Jalisciense de Bellas Artes, se inaugur la primera exposicin pictrica formal en Guadalajara, con ms de cuarenta artistas, dando la pauta para la ulterior organizacin de muchas otras exhibiciones; pero lo ms importante es que motiv a los artistas a organizarse de modo propio. As, entre 1885 y 1886, se conform el Club de Artistas Pintores Gerardo Surez que, a pesar de su corta vida, logr llevar a cabo varias muestras colectivas. Entre sus miembros figuraron Jos Vizcarra, Felipe Castro y Francisco Snchez Guerrero.

Vizcarra (1868-1956) fue durante su larga vida maestro de muchos pintores jaliscienses. Sus temas se inspiran en la vida cotidiana y algunos paisajes campiranos; adems, retrat a varios gobernadores jaliscienses.

Otra forma pictrica iniciada por dos italianos, Carlos Fontana y otro de apellido Zpari, fue la decoracin de corredores de las haciendas y salones de importantes fincas urbanas. El ejemplo ms renombrado es el de La Morea en La Barca, propiedad de Francisco Velarde, conocido como el Burro de Oro, en cuyos muros quedaron plasmadas diversas escenas de la ciudad de Mxico, aunque no se sabe quin fue el autor.

Cuando en 1895 se asent en Guadalajara el verstil artista brasileo Flix Bernardelli, en su derredor se aglutin un buen nmero de pintores deseosos de conocer la tcnica de la acuarela. Algunos destacaran despus, como Roberto Montenegro, Rafael Ponce de Len, Jorge Enciso y Gerardo Murillo (Doctor Atl).

El ms longevo de los pintores tapatos fue Jos Othn de Aguinaga (1873-1969). Alumno primero de Felipe Castro, pas despus a la Academia de San Carlos de la capital y luego residi en Pars durante tres aos. A su regreso, pas algn tiempo en una finca rural propiedad de su familia, pero en 1909 radic de nuevo en Guadalajara y se dedic a la enseanza del dibujo hasta su muerte.

A pesar del inters de los adinerados por la decoracin y suntuosidad de sus viviendas, la escultura en general fue olvidada, excepcin hecha de la que patrocin el clero para efectos del culto. Hasta entrado el siglo XIX, de acuerdo con la concepcin barroca predominante, las esculturas fueron casi siempre de madera o piedra; mas al avanzar tal centuria, comenz a utilizarse material ms duradero como el mrmol o el bronce. Comoquiera, en esta modalidad artstica no habran de lucirse los jaliscienses.

Victoriano Acua fue un notable escultor, oriundo de Huichapan y discpulo del taller de Mariano Perusqua en Quertaro —donde se encargaron varias piezas para Jalisco— radic en Guadalajara de 1832 a 1860 y dej un buen nmero de obras, como la Coronacin de la Virgen en el templo del Sagrario, La sagrada familia en Zapopan, una Virgen del Carmen en el convento de Santa Teresa y casi todas las imgenes que estn en el interior de la catedral.

Escultores jaliscienses dignos de mencin fueron Luis Monsivis, autor de la sillera del coro catedralicio, elaborada en 1847; Francisco Lpez, creador del San Francisco que se encuentra en la iglesia conventual de Zapopan; Romualdo Nez, realizador del San Jos en el edificio que fuera de la universidad, y Narciso Ruiz, quien dio forma al guila de madera dorada con una cadena en el pico que remata el arco interior del foro del teatro Degollado.

En 1896, para perpetuar la memoria de Ramn Corona se convoc a concurso, cuyo ganador fue el ingeniero Ignacio Prez Guzmn. l fue quien hizo el monumento que se coloc en la calzada Independencia. Otro que merece especial atencin es el que se construy para celebrar el primer centenario de la gesta de Hidalgo. Sus autores fueron Alberto Robles Gil y Eulalio Gonzlez del Campo.

Muy cotizado escultor fue el italiano Humberto Pedretti, quien vivi en Guadalajara de 1902 a 1919. Ejecut los bustos de los presidentes Jurez y Madero, y de personajes como Agustn Rivera, Amado Nervo, Jos Mara Morelos y Silverio Nez, los cuales fueron colocados en lugares pblicos.

Debido a la atraccin que las obras europeas ejercan sobre las clases altas, con frecuencia se importaron esculturas en bronce o mrmol. De este modo, las figuras femeninas en bronce que adornan la plaza de Armas y que representan las cuatro estaciones, fueron adquiridas en Nueva York durante el mandato del general Miguel Ahumada, quien hizo traer de Pars el quiosco de ese mismo jardn.

Por su parte, algunos artesanos de Tlaquepaque elaboraron figuras de barro de gran calidad; entre ellos sobresalen Pantalen Panduro y otro de apellido Pajar, apodado Pajarito. Fue precisamente un discpulo de este ltimo, llamado Remigio Grande, quien model en 1887 una enorme estatua de Cihuapilli, que permaneci durante mucho tiempo en el cerro de la Reina, prximo a Tonal.

El creciente inters por perpetuar la propia imagen encontr en la cmara fotogrfica un aparato novedoso y mucho ms barato que la pintura, lo cual dio lugar a la generalizacin de su uso y a que innumerables fotgrafos ambulantes recorrieran pueblos y ciudades ofreciendo sus servicios.

Al parecer fue Jacobo Glvez quien trajo la primera cmara a Guadalajara en 1853, pero pronto hubo otros seguidores que instalaron los primeros estudios fotogrficos. Para 1873, despus de haber viajado al extranjero para perfeccionarse, Octaviano de la Mora estableci un taller fotogrfico, considerado como uno de los mejores de su poca, en el cual trabaj hasta el ao de 1900 cuando lo traspas a Jos Mara Lupercio, por ir a radicar a la capital del pas. El nuevo propietario prefiri retratar paisajes y escenas cotidianas con los que alcanz tambin un xito notable y varios premios nacionales e internacionales.

Particular mencin en este oficio merece el tapato Carlos Barrire, nacido en 1853. Fue discpulo de Octaviano de la Mora, y sobresali tanto por la calidad de sus fotografas como por retratar a las damas con la indumentaria ms sofisticada.

Al igual que en la plstica, el neoclasicismo musical fue el preferido por la alcurnia jalisciense, lo que se manifest tanto en los conciertos formales como en las veladas improvisadas. De esa msica culta, la ms ligera se dejaba or en conciertos populares ofrecidos a manera de serenatas en plazas de pueblos y ciudades, donde se tocaban mazurcas, polkas, marchas y valses. Los gneros musicales predilectos por muchos tapatos eran la pera, la opereta y la zarzuela, muy probablemente por el juego escnico de sus representaciones; fue precisamente con una temporada de pera que se inaugur el teatro Degollado en 1866.

La capacitacin musical en un establecimiento especializado no existi hasta comenzar el siglo XX. En el Liceo de Nias se preparaba a las alumnas en rudimentos de canto con la finalidad de que participaran en las fiestas de fin de cursos; asimismo, en la Escuela de Artes y Oficios se organiz una banda con los alumnos, que tocaba en la Plaza de Armas y en algunos otros lugares.

Algunos msicos profesionales ofrecieron clases particulares desde mediados del siglo pasado. Destac sobremanera Jess Gonzlez Rubio, quien imparta clases gratuitas e, inclusive, ofreca vestido y comida a sus discpulos. Adems de desempearse como organista principal en la catedral, Gonzlez Rubio conform con algunos estudiantes una orquesta que amenizaba todo tipo de festividades.

Precisamente un ex alumno suyo, Clemente Aguirre, al declinar la centuria se convertira en el ms destacado msico jalisciense. Aguirre naci en Ayo el Chico en 1828; fue compositor de la marcha "Ecos de Mxico", estrenada en el teatro Degollado durante las fiestas patrias de 1886; ejerci la docencia desde 1869 hasta su fallecimiento y promovi la fundacin de un buen nmero de bandas en toda la entidad. Tambin conform, en 1869, la primera sociedad filarmnica en el estado, a fin de promover la "buena" msica.

Las melodas populares, por otro lado, lograron mantenerse vivas gracias a la prctica cotidiana. De este modo, dichas composiciones fueron evolucionando hasta desembocar en los afamados sones y valonas que identifican hoy a la msica jalisciense.

Los msicos ms destacados de principios de siglo fueron Alfredo Carrasco y Jos Roln. Aunque Carrasco —autor del famoso "Adis"— naci en Culiacn, estudi y se form en Guadalajara, y aqu ejerci la docencia y fue organista de la catedral. Pas ms tarde a la ciudad de Mxico donde se dedic tambin a la enseanza y a la composicin. Falleci en 1955.

Roln naci en Ciudad Guzmn en 1883, pero fue en Guadalajara donde recibi clases del maestro Francisco Godnez. Vivi ms tarde en Pars y, a su retorno en 1907, fund la Escuela Normal de Msica y en 1916 la primera orquesta sinfnica. A su regreso de una segunda estancia en Pars, radic en la ciudad de Mxico y fue maestro y director del Conservatorio Nacional de Msica.