La
mirada estética de Jesús Reyes Ferreira, es una exposición sobre el
universo de referencias culturales y artísticas que nutren la producción
plástica de un artista que no sólo estudió y valoró la producción artística
de México desde la época colonial hasta el siglo XX, sino que la coleccionó.
El
proyecto con más de dos años de gestación, será inaugurado hoy miércoles 14 de agosto a las 20:00
horas en el Museo de Arte
Moderno (MAM) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), con el fin de mostrar un
Jesús Reyes Ferreira diferente al que se ha conocido hasta el día de hoy
etiquetado en ciertos temas, así lo informó Marina Vázquez subdirectora del
recinto y curadora de la muestra, durante la conferencia de prensa
celebrada ayer en el recinto.
Aseguró
la curadora que el verdadero Jesús Reyes estaba escondido en su casa entre
sus objetos preciosos de colección y es a éste Chucho Reyes precisamente,
al que quieren dar a conocer a través de esta exposición, en la que se han
reunido 187 piezas que estuvieron en su casa.
Una
serie de objetos delicados, valiosos e inauditos, que difícilmente se
hubiera tenido oportunidad de ver, están reunidos para disfrute del público
en esta muestra, que se complementa con una serie de pinturas, algunas
pertenecientes a los acervos del INBA y otras más que provienen de la
colección personal de Chucho Reyes.
Luis
Martín Lozano en su oportunidad dijo que aunque no es un caso exclusivo si
es excepcional, ya que se trata de alguien que en vida fue mayormente
coleccionista y anticuario, aunque tuvo en paralelo una producción
pictórica bastante mesurada. Esta mesura explica porqué pasó inadvertido en
la mayoría de los compendios de la historia del arte mexicano del siglo XX
y porqué es una figura ausente en la mayoría de las grandes exposiciones
internacionales.
Sin
embargo, en su momento fue un artista muy apreciado por el medio cultural
precisamente por ser un esteta, por ser un hombre que trasmitía la
valoración por el patrimonio artístico de México. El cometido de la
exposición, señaló, es revelar al Chucho Reyes como coleccionista, como el
hombre que se preocupó por el arte y lo supo trasmitir a las nuevas
generaciones de donde abrevaron artistas como Mathías
Goeritz, Roberto Montenegro y Luis Barragán,
entre muchos otros.
Fue
también un artista que lejos de los convencionalismos de clasificación o jerarquización sobre el arte mexicano, lo mismo admitía
en su universo las obras de corte popular, como las obras más sofisticadas
y cosmopolitas de la historia virreinal o las chinerías venidas de Oriente
del siglo XVIII; las mercancías de la China que los marfiles, juguetes,
pinturas y platería como elementos de este complejo universo que es un
capítulo de la historia cultural de nuestro país.
“Chucho
no era un hombre muy abierto en su vida personal; su circulo de amigos era
reducido, así como el grupo de gente a la que le permitía el acceso a su
casa, por eso es un orgullo para el Museo de Arte Moderno poder brindar al
público el acceso a este patrimonio artístico de México, aseguró.
Margarita
Reyes, sobrina del artista, presente en la conferencia de prensa habló de
los orígenes de la colección que viene desde los antepasados de la familia
Reyes, en donde uno de ellos fue nombrado gobernador en Filipinas por el
Rey de España y al término de su gestión y como premio el Rey le otorgó una
concesión de la NAO de China. Decidieron comprar un buque que tenía 29
cañones y se dedicaron a recorrer el mundo y transportar mercancías durante
siete años.
En el
último embarque que llegó a América ellos ya no pudieron vender toda esta
mercancía y se quedó en la casa y las nuevas generaciones vivieron con las
antigüedades, marfiles, papeles y una cantidad impresionante de objetos. El
padre de Reyes se dedicó al comercio de las antigüedades y él desde muy
corta edad recorría los estados de la República vendiendo y comprando este
tipo de mercancía y ahí nace el “vicio” por estas piezas. “Y digo vicio
porque en la vida de Reyes no existía otra cosa”.
Así
nació la colección de Jesús Reyes Ferreira, con la búsqueda de piezas
perfectas, de texturas y colores que encajan entre sí para ir formando
pequeñas escenografías para el interior de su casa. En vida del artista
pocas fueron las personas que pudieron tener acceso a este material y
después de su fallecimiento las posibilidades se cerraron aún más.
Comentó
Marina Vázquez, que en el momento de entrar a la casa “tuvimos la sensación
de entrar en una cápsula del tiempo en el que estaba detenido un México que
ya no existe, porque la casa se conserva tal y como él la dejó hace 25
años. Es una experiencia vital física y diferente conocer a una artista que
no sólo se dedicaba a la producción de papeles sino que su interés
primordial era seleccionar la pieza que junto a otras para crear conjuntos
escultóricos perfectos”.
La
muestra está dividida por núcleos temáticos: la colección de Arte popular;
la colección de arte oriental proveniente de la NAO de China; piezas
religiosas que tienen que ver con el manejo del cuerpo y sus
fragmentaciones; Objetos de plata y de imitación plata; Cajas de embalaje
que eran guardadas por sus formas y diseños –ya que Reyes no reparaba
solamente en la importancia económica e histórica de las piezas, sino en la
riqueza de las superficies, de las tonalidades y formas con las que poco a
poco iba formando espacios que parecían casi fantásticos.
La
muestra La mirada estética de
Jesús Reyes Ferreira, será inaugurada hoy miércoles a las 20:00
horas en el Museo de Arte Moderno del Instituto Nacional de Bellas Artes
y permanecerá en exhibición hasta el 10 de noviembre.
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