La autenticidad de lo apócrifo

por: EL INFORMADOR
fecha de publicación: 18-09-2006, 08:22 hrs.

 

A través de una conferencia que se titula Sueño apócrifo, Carlos Larracilla hablará de su obra hoy, a las 20:00 horas, en la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco (Fray Juan de Zumárraga 480, esquina Tepeyac).
Parece que Larracilla despierta de un letargo. Entonces toma conciencia y revisa las imágenes que recuerda de un sueño que duró siete años. Primero aparece Alicia, la de Lewis Carrol. La oscuridad lo inunda todo, las miradas se pierden y en el fondo aparece el tono grave de un chelo. La angustia, el olvido, el silencio, los secretos y cierto dolor comparten la habitación. Así son sus cuadros. Parecen extraídos de un cuento de Edgar Allan Poe. Es 1999. Carlos habla poco, se pone nervioso al hacerlo.
Ahora hay luz. Las mujeres que en un tiempo aparecían como modelos de revista, se materializan. Esta vez, en su obra, el personaje es real y se encarga de irradiarlo todo. Hay un registro más amplio en los sonidos, como en un piano. Los trazos oscuros llegan a ser parte de un juego con siluetas de Hello Kitty. Aunque el final parece de cuento de hadas, el resultado no cae en lo ligero, fácil o trivial. “Aún hay secretos”, dice el artista. Es 2006. Carlos dicta una conferencia.
“Decir conferencia es algo que queda grande con lo que voy a hacer”, explica. “No soy conferencista. En realidad voy a hablar de mi proceso artístico, de mi historia y revisaremos algunos cuadros. Además, expondré cinco piezas en el salón de la Sociedad de Geografía y Estadística”.
Poco acostumbrado a hablar en público, Carlos Larracilla observa que cada vez que la gente se le acerca en exposiciones, le plantean más o menos las mismas preguntas. Siempre responde. “No tengo secretos. Muchos de los errores que cometo y mis épocas malas, fueron superados y transformados en cosas buenas. Se puede leer un mensaje en mi obra, como en los cuentos de hadas”. Y la referencia no es gratuita, sobre todo cuando se trata de un artista plástico que se ha sostenido de sus múltiples acercamientos a la literatura. “Aún así. Aunque hable de todo y conteste dudas, quedará mucho en el misterio. Nadie me puede quitar eso”.
Al planear la conferencia Sueño apócrifo
-que iniciará el narrador Rafael Medina en un prólogo para que después Larracilla revise su obra de manera cronológica- el artista reflexiona. Se da cuenta de que cuando va en el camino, casi no hay tiempo de detenerse para mirar atrás. “En realidad, al pararme a platicar con los demás, me cuento a mí mismo lo que ha sucedido.
Y reafirmo que ya no tengo ningún pudor para hablar lo que sea. Pueden cuestionarme lo que quieran y me siento muy libre en ese momento. No hay celda o habitación cerrada dentro de mi”. Y en ese tono será la conversación de esta noche. “Mi casa está abierta para contar lo que sea”.

 

El Informador 17/09/2006 08:16