| ElCaballito
          Cerrero                                
    
           Por: Claudio
            Jiménez Vizcarra
            
           
             
           
            
            
              OJO
              ETIQUETA ORIGINAL Y ÚNICA 1873-2009
 
             
           Es la región de Amatitan, Jalisco, la cuna del Tequila.
                
           
             
           Desde tiempos inmemoriales los indígenas de Amatitan cultivaron el
            agave (mezcal) y fabricaron la bebida que entonces se llamó vino mezcal y
            ahora Tequila; habiendo sido la reina Gobernadora de España Doña Mariana de
            Austria la que el año de 1673 la reconoció como una  bebida de indios y por eso libre del  impuesto de Alcabala.    En 1769 la Audiencia de Guadalajara reconoció al pueblo de Amatitan como el principal fabricante de "vino mezcal".
            
           
             
           Es por eso que en esa región que pueden aun ahora verse los restos de
            la antigua fábrica de los indígenas de Amatitan, que constituye el ejemplo
            mas antiguo de una de las de su clase y una muestra prodigiosa del
            conocimiento que de los materiales de la naturaleza y de las técnicas de
            ingeniería e industria tenían los naturales de Amatitan.
            
             
                
           Ahí mismo, en el corazón de las tierras de Amatitan, en la prodigiosa
            Barranca de “Tecuane” (Patitequani, que significa:”El gozo de Tecuani”),
            rodeada de huertas de mangos, mameyes, aguacates, ciruelos y zapotes, en lo
            que fueron los dominios de sus  antepasados todos indios Principales de Amatitan, se encuentra una de
            las antiguas fábricas de vino Tequila, fundada por  Don Maximiano Hernández Orozco (1845-1918),
            quien lo mismo que su padre Don Gerardo Hernández Loreto  (1806-1851), su abuelo Don Alejandro
            Hernández López,  su bisabuelo Don José Francisco de los Dolores Hernández
            Lopez (1749-1809), su tatarabuelo Don Pedro Miguel Hernández, y todos sus demás antepasados indios de Amatitan, se dedicó al cultivo de
            agaves y a la fabricación de vino Tequila.
            
           
             
           Esa fábrica, a la que su fundador el año de 1873 denominó “Santa
            Rita”, es una muestra de lo que entonces representaron los adelantos de la
            revolución industrial, y el esfuerzo de un hombre emprendedor y visionario
            que edificó una verdadera instalación industrial utilizando tanto elementos
            de modernidad como los que la experiencia ancestral y el lugar escogido le
            proporcionaban.
            
           
             
           La fábrica “Santa Rita” es una gigantesca nave rectangular de mas de
            tres mil metros cuadrados de superficie, edificada sobre una mesa de
            “Tepetate”, tiene uno de sus muros tallado en la roca y es el otro un
            acueducto; cuenta con columnas francesas de fierro fundido de siete metros de
            altura, vigas de riel y techos de ladrillo en bóveda catalana. Tiene aun lo
            que fue la tahona, labrada semicircularmente en la piedra, dos hornos de
            material, y una plataforma para alambiques también estructurada con vigas de fierro
            fundido y tirantes atornillados, y un sistema de  transporte interno con rieles y dos carros
            fabricado por Krupp; así como un motor de vapor.
            
           
             
           La fabrica “Santa Rita” es la misma en la que ahora los descendientes
            de Don Maximiano Hernández Orozco fabrican vino Tequila.
            
           
             
           Fue el abuelo Don Alfonso Jiménez Rosales, quien,
            habiendo sido  de 1912 a 1915 colaborador de su suegro Maximiano Hernández en la comercialización del tequila que éste fabricaba en Santa Rita;  a partir del año de 1919 encargado de la
            comercialización de Tequila Herradura; y  en 1930 uno de los
            fundadores de “Tequila Herradura”, S.A.;  el que por la muerte de su suegro Don Maximiano Hernández Orozco y luego la
            de su primo Don Aurelio López Rosales el dueño de Tequila Herradura, se
            separó de esta empresa, adquirió la fábrica “Santa Rita” y fundó “El
            Caballito Cerrero” : “porque no necesitaba de Herraduras”.  Habiéndosele dado el carácter de empresa
            mercantil el año de 1968 bajo la denominación de “Tequila El Caballito
            Cerrero”, Sociedad Anónima; bajo la misma razón social su hijo Don Claudio
            Jiménez Hernández siguiendo la tradición familiar ancestral dedicó su vida a
            la fabricación de su Tequila bajo el nombre de “El Caballito Cerrero”.
            
           
             
           Sus dueños actuales la familia Jiménez Vizcarra conservan, no solo la
            tradición de su bisabuelo Don Maximiano Hernández Orozco, y sus ancestros de
            Amatitan, sino también la tradición de todos y cada uno de sus demás
            antepasados cultivadores de agaves y fabricantes de vino Tequila: Don Manuel
            Sánchez Lómeli (+ 1795)  quien tuvo sus
            agaves y sus alambiques en el Sitio de Santiago, Don José Pascual Rosales
            Carrillo de Baeza (1759-1838) quien tuvo sus agaves y su taberna  en  El Limón, Don Bartolomé Ontiveros Ladrón de Guevara (+1840) , quien
            tuvo sus agaves y su fábrica en el rancho de Tateposco, Don Gregorio
            Ontiveros Godoy (1794-1894) quien tuvo sus agaves en los ranchos de Tateposco,
            Cuerambaro  y Contla y  sus fábricas en el pueblo de Amatitan y en
            los ranchos de Tateposco y Cuerambaro, Don Domingo Ontiveros Rosales
            (1815-1878) quien tuvo sus agaves en el rancho de Cuerambaro y suu fábrica en
            el pueblo de Amatitan, Don Antonio Jiménez Jiménez (1849-1892) quien tuvo sus
            agaves en los ranchos de Casas Blancas y Maloaste, y su fábrica conocida por
            “
    La Guarreña
  ”,
            Don Leocadio Rosales del Castillo (+1894) quien tuvo su fábrica en El Arenal,
            Don Alfonso Jiménez Rosales (1888-1971) quien tuvo sus agaves en Amatitan y
            su fábrica “Santa Rita”, y la de su padre Don Claudio Jiménez Hernández
            (1921-1999) quien tuvo sus agaves en Amatitan y su fábrica “Santa Rita”.
            
             VER aquí
            CUADRO GENEALÓGICO
                
           
             
           Tradición que se constituye por un absoluto respeto a la calidad del
            Tequila que    fabrican solamente 100%
            de Agave,  haciéndolo con la mas
            estricta vigilancia de sus procesos, y utilizando agaves que son siempre
            sazones y solamente de la región de Amatitan. Un dominio dentro del dominio
            tal y como se hace en los mas añejos y prestigiados viñedos, con una
            producción limitada año con año.
            
           
             
           La familia conserva las huertas de frutales y los terrenos que desde
            tiempo inmemorial han sido de sus antepasados, y cada uno de sus miembros
            cuenta también con sus propias tierras y siembras de agave,  garantizando de esa manera la provisión
            constante de la materia prima para la fabricación de su Tequila.
            
           
             
           Siguiendo esa tradición de calidad y prestigio, la fábrica actualmente
            cuenta con moderno equipo instalado para fabricar solamente quinientos litros
            de Tequila, 100% de agave, diarios en un turno, y la familia cuenta con las
            suficientes plantaciones de agaves, mas de cuatrocientos mil agaves,  sembrados para ciclos de ocho a diez años
            de edad,  para garantizar de esa manera
            que se tienen agaves sazones para ese volumen de producción; teniendo también
            tierras en donde incrementar sus plantaciones de agave, y por lo tanto,
            incrementar, si lo desearan, los volúmenes de producción, pero siempre bajo
            el presupuesto de que no será mas que la que garantice siempre la
            conservación de la mas alta calidad de su Tequila. Ya que, como sus
            antepasados, los mas antiguos fabricantes de vino Tequila, orgullosamente
            responden por la calidad del mismo, y no se encuentran dispuestos a variarlo.
            
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