476 Aniversario  del Municipio de Amatitán Jalisco

 

Homenaje a Personajes Distinguidos de Amatitán y conferencia del Lic. Claudio Jiménez Vizcarra

 

Ing. Joel  Rodríguez Saldivar, Presidente Municipal de Amatitán Jalisco,

Claudio Jiménez Vizcarra conferencista.

 

 

 

Conferencia dictada el 27 de mayo de 2006

AMATITAN:

 

M. Claudio Jiménez  Vizcarra.

 

            Amatitan, sabemos que se localiza su pueblo a la orilla del arroyo de Amialco y al pie del cerro de “Izayac” o “Sallact”, y las tierras de su comunidad desde el pueblo hasta la barranca de Achio y el Río Grande o Santiago, entre la Quiteria y lo que se llamo el territorio de Tostincha, separándolo de Tequila.

 

            La antigüedad de Amatitan va mas allá del descubrimiento de América o de la conquista de Nueva Galicia, así se menciona por los naturales de este pueblo cuando la Audiencia de Guadalajara les reconoce la propiedad de sus tierras.

 

            Los principales cronistas han mencionado siempre a Amatitan:

 

            Fray Antonio Tello en su “Crónica Miscelánea  de  la Santa Provincia de Xalisco”, al referirse a la guerra del Mixton, ocurrida el año de 1541 menciona que el Virrey Antonio de Mendoza estuvo en Amatitan.

 

Don Alonso de la Mota y Escobar en su “Descripción Geográfica de  los  Reinos de Nueva Galicia Nueva Vizcaya y Nuevo León” (1602 a 1605), refiriéndose a la “Vereda del Poniente”, menciona Amatitan, entre Guastla y Tequila.

 

            Domingo Lázaro de Arregui, en su “Descripción de la Nueva Galicia”, fechada el 24 de Diciembre de 1621, al referirse al Corregimiento de Tequila, menciona a Amatitan como uno de los pueblos de ese Corregimiento

 

Y en el Archivo de la Real Audiencia de Guadalajara se tiene un documento fechado en 1578 en el que Francisco Mateo, Diego Jerónimo y Diego Buenaventura, principales del pueblo de  Amatitan, se quejan de los daños que se les causan a los bastimentos y sementeras del pueblo por los ganados de Diego de Colio el mozo.

 

            También la Audiencia de Guadalajara el año de 1637, en que reconoce a la comunidad indígena de Amatitan la propiedad de su fundo legal incluido el sitio de Achio, hace mención de que esas tierras las tenían en propiedad los naturales de Amatitan desde su gentilidad, esto es desde antes de la conquista.

 

            De los documentos existentes se desprende que la comunidad de Amatitan la formaban muy pocas personas, todas reconocidas como señores principales por las comunidades del entorno como lo eran las de Tequila y Atemanica, ya que constantemente se les llamaba para ser testigos de calidad en los pleitos que se tenían con españoles y criollos.

 

            El padrón de los pobladores de Amatitan hecho en 1653 indica que la comunidad se formaba por solamente veintiséis familias que formaban un total de 76 personas.

 

Esa comunidad de Amatitan conservo su identidad, su carácter, su gobierno y su territorio, sus aguas, sus huertas frutales, sus mezcales y el origen del vino mezcal al que luego se llamo “Tequila”.

 

            Tenían su Cofradia dedicada a la Purísima, que administraban sin otra intervención distribuyéndose los gastos entre ellos, y celebraban dos fiestas religiosas la de la Purísima y la de San Juan patrono del pueblo.

 

De es manera los naturales de Amatitan, el año de 1810, llegaron a tener 8,975-97-83.13 Hectáreas, mas la cañada del Sitio de Achio.

 

Esa superficie estaba formada por:

 

I.-El fundo legal del pueblo, en que habían sido reconocidos en 1637 por Don Juan de Canseco y Quiñones Presidente de la Audiencia de Guadalajara, del que era parte el sitio de Achio que tenían “desde su gentilidad”.

 

II.-Los sitios en Contla, Achio y Naguatlan, entre el Pueblo de Amatitan y el Río Grande, en la parte que llamaban el Potrero de Apanic, que se había comprado a la Compañía de Jesús el año de 1648 en $250 pesos.

 

III.-Un sitio del puesto de la Barranca de Contla comprados al Rey el año de 1680.

                                              

IV.-Los puestos y parajes del Tecolot y Mexpa, y el sitio del cerro de Izayac, comprados al Rey en $72 pesos el año de 1719.

 

Esto que pasaba en Amatitan no sucedía en el pueblo de Tequila en donde los naturales repartieron el pueblo con los españoles y criollos y dedicaron la tierra a sembrar caña y producir azúcar.

 

            Amatitan no fue nunca lugar de asiento de órganos de la administración publica virreynal, sino que se gobernaba bajo el sistema comunal, con sus Alcaldes y Regidores propios, ya lo mencione en Amatitan todos eran señores principales.

           

            Por eso es que en Amatitan no se dan ninguno de los presupuestos a los que se refieren autores como Chevalier en cuanto a lo que sucedió con las comunidades de indígenas del resto de América. Porque la comunidad de Amatitan no perdió sus tierras, sino que las incrementó comprando las circunvecinas, no disminuyo su población sino que la incremento, no permitió que en ellas se establecieran criollos y españoles, sino hasta finales del siglo XVIII, circunscribiéndolos solo al pueblo y no a las tierras comunes. Los integrantes de la comunidad no solo eran prósperos sino que hablaban castellano, sabían firmar y se casaban con españolas.

           

            La pujanza, el ejemplo y la industriosidad de la comunidad indígena de Amatitan, se demuestra porque a través de mas de trescientos cincuenta años no solo creció sino que conservo su integridad y demostró su poder económico, a diferencia de lo que paso con las demás comunidades indígenas de América según lo refieren los investigadores.

 

            Basta de ejemplo el documento mas antiguo que hasta ahora se conoce en que se refiere a una siembra formal de mezcal, que lo es la sucesión de Luis Clemente, indio natural de Amatitan, quien junto con su esposa Luisa de Sandoval, también india de Amatitan, tenían el año de 1726, 500 mezcales sembrados por el lado de Achio y valuados en 1727 en $375 pesos. Y también eran propietarios de 4 fonditos esto es alambiques pequeños para hacer vino mezcal. Así se les llamaba “Fondos” a los alambiques para hacer vino mezcal.

 

            Todo eso provoco que en los alrededores de las tierras de Amatitan, sin que pudieran establecerse en ellas, comprando y comercializando sus mezcales y su vino mezcal, hayan sido los españoles y los criollos quienes cambiaron sus actividades, de cultivadores de caña, dueños de trapiche y fabricantes de mieles de azúcar, panocha y aguardiente, a las de cultivadores de mezcal y fabricantes de ese vino mezcal.

 

            Al vino mezcal lo menciona ya Domingo Lázaro de Arregui, el año de 1621 en su obra “Descripción de la Nueva Galicia” al referirse a la bondad de la tierra para con sus naturales, diciendo que:

            ”Los mexcales son muy semejantes al maguey, y su raíz y asientos de las pencas se comen asadas, y de ellas mismas, exprimiéndolas  así asadas, sacan un  mosto de que sacan  vino por  alquitara mas claro que el agua y mas fuerte que el aguardiente y de aquel gusto.

 

            Ese vino mezcal, llego a ser tan importante, que la Audiencia de Guadalajara autorizo un estanco para comercializarlo en Guadalajara el año de 1637 y luego el año de 1673 informo al Rey de España, que ese vino mezcal tenia propiedades saludables y lo recomendaban, no solo los médicos, sino la Audiencia, el Obispo de Guadalajara y todos los rectores de las ordenes religiosas de la Ciudad. Logrando de esa manera que no se prohibiera a los naturales que lo fabricaran y comercializaran, para que los españoles y criollos pudieran comercializarlo y consumirlo en Guadalajara.

 

            Por ello la Reyna el 7 de Septiembre de 1673 autorizo la fabricación y consumo del vino mezcal, diciendo que por ser de indios no se gravaría con impuestos, autorizando también que se  comercializara entre los españoles y criollos en Guadalajara mediante el sistema de estanco y ordenando que con el producto de esa comercialización se construyera el sistema de agua potable para la Ciudad. Fue tan importante esto para Guadalajara que de tener solamente un ingreso anual de aproximadamente $400 pesos por el vino mezcal ese ingreso aumento en $1,200 mas cada año.

 

            De manera que no puede atribuirse al Marques de Altamira, propietario de la Hacienda de Cuisillos, ni la siembra formal de agave, ni la invención del vino mezcal, ni tampoco el sistema de destilación del mismo.

 

            Altamira no fue propietario de Cuisillos sino hasta el año de 1702, siendo que Domingo Lazaro de Arregui ya se refiere al vino mezcal en 1621, la Audiencia de Guadalajara había creado el estanco de vino mezcal el año de 1637, y luego la Reina de España había autorizado su fabricación y consumo en 1673.

 

El vino mezcal debería llamarse Amatitan y no Tequila, ese nombre se le puso solamente por ser el pueblo de Tequila la cabecera política de la época, porque hasta la segunda mitad del siglo XIX que a la bebida que ahora llamamos Tequila se le conocía solamente como vino mezcal, y se le puso Tequila porque así lo comenzaron a llamar los comerciantes de Guadalajara vino de Tequila puesto que entonces las fabricas mas grandes estaban en esa población.

             

            De manera que es la comunidad indígena de Amatitan, y las tierras de la misma, la cuna de lo que ahora se llama agroindustria del Tequila, porque el mezcal ahora denominado  agave azul es el que históricamente se sembraba en sus tierras, y del vino mezcal, denominado ahora Tequila, es el que fabricaban los naturales de Amatitan, constituyendo de esa manera la región de Amatitan la región de origen de todo ello.

 

Como les he dicho a esa región formada por las tierras de la comunidad indígena de Amatitan, se integraron después las tierras que, colindando o no con ellas, eran propiedad de criollos y en las que estos fueron sembrando mezcales y fabricando vino mezcal.

 

Fue de esa manera hasta entrado el siglo XVIII, que se extendió la región de origen, siempre alrededor de las tierras de la comunidad de Amatitan; hacia el Sur, con el sitio del Arenal, el rancho y labor de Santiago, el Sitio de Santiago, y fracciones de la Hacienda de San Nicolás de Guasta o Huaxtla, integrándose también, ya entrado el siglo XIX, las Haciendas de El Carmen, La Providencia, y el Careño, en lo que hoy es parte de los Municipios de Amatitan, Arenal y Teuchitlan; hacia el Oriente, hasta las Barrancas, la Hacienda de Santa Quiteria, el sitio de Cuerambaro, Contla y Cuastecomate, y el sitio de El Laurel, que hoy forman parte de los Municipios de Arenal y Amatitan, y parte de lo que fue la Hacienda de Santa Lucia hoy del Municipio de Zapopan; hacia el Poniente el sitio de Tostincha, las Hacienda de San Martín y Guadalupe, las tierras de la Cofradía de las Benditas Animas del Purgatorio de Tequila, y las tierras de los naturales de Tequila, de este y aquel lado del Río Grande o Santiago, así como el Cerro de Tequila, fincas todas estas que en el siglo XIX fueron luego fraccionadas y variadas en sus nombres y se localizan en los ahora Municipios de Amatitan, Tequila y parte de Magdalena, tierras que de estar dedicadas a la siembra de caña y trapiches variaron por mezcales y tabernas; y al norte como lindero natural  el Río Grande o de Santiago una muralla mas que infranqueable.

 

            De manera que por ser bebida de los indios, la región histórica del  mezcal y del vino mezcal, llamado ahora Tequila tiene como punto de origen y centro al pueblo de Amatitan y a su comunidad indígena así como a las tierras que fueron de esa comunidad, las que conformadas inicialmente por un sitio de estancia para ganado mayor (1,755-61-00 Hectareas) que el año de 1637, les fue reconocido por el Doctor Don Juan de Canseco y Quiñones,junto con el sitio de Achio “que tenían desde su gentilidad”, llegaron, el año de 1810, a conformar una superficie de cinco sitios de ganado mayor, cuatro caballerías de tierra y cinco octavos de otra (8,975-97-83.13 Hectáreas) con mas la cañada del Sitio de Achio, tierras que comprendidas dentro de la jurisdicción política del Corregimiento de Tequila, ahora forman lo que constituye la parte principal del Municipio de Amatitan, Jalisco.

 

            Es a partir del año de 1822, y luego con el Decreto numero 2 de 1825, que, lo mismo que en el resto del país, comienzan a dividirse las tierras de la comunidad, incrementándose el numero de pobladores de la zona.

           

            Por ello en el padrón de 1829 se menciona ya una población de 3,708 habitantes repartidos como sigue:

Amatitan:924.

Rancho de Santiago:263.

Rancho de Las Pilas:25.

Rancho de Palo Alto:47.

Rancho del Arenal:630.

Rancho de Cuerambaro:250.

Rancho de la Cofradia:53.

Rancho de Casa Blanca:56.

Barranca de Tecuane:14.

Barranca de Machita:117.

Barranca de Istaco:28.

Barranca de Achio:1,301.

 

            En adelante se dividen las tierras y luego ya en el siglo XIX se conforman las grandes propiedades como lo fueron de San José del Refugio, El Veinte, La Quiteria, Santiago, Contla y Cuerambaro, etc., y también tiene lugar el nacimiento del Municipio de Amatitan, que en un principio incluye El Arenal, quedando después de que este fue elevado a la categoría de Municipio el año de 1923 conformado como hasta ahora con una superficie aproximada de 207.44 km2.

 

            Esto es a grandes rasgos Amatitan, por ello es que debe estar orgulloso, lo mismo que debemos estarlo todos los que estamos aquí, orgullosos de todo ese pasado que es presente y futuro y que llegara a mas todavía cuando se haga la declaratoria del paisaje agavero como patrimonio de la humanidad porque de esa manera se mostrara al mundo que fue y que es Amatitan.

 

            Muchas gracias.