Llega a Querétaro la obra de Alberto Gironella

 

15 de Enero del 2001

Por  Iván Hernández

 

 

"Gironella es ciudadano de un mundo que él ha inventado y que, a su vez, lo ha inventado a él», «Ese mundo es fantasmal y sólido, es de aquí y es de allá. Lo habitan gañanes y ángeles, doncellas y vampiros, íncubos y notarios... Son nuestros contemporáneos... todos con los estigmas de la melancolía: están enamorados de la muerte», escribió Octavio Paz en 1978. El 19 de enero llega a la Galería Universitaria de Arte Contemporánea la obra de Alberto Gironella, 25 meses después de que asumiera así la enfermedad que lo llevaría a la tumba: «el príncipe cáncer se ha instalado en mis huesos».

Gironella nace en la Ciudad de México en 1929. Es pintor autodidacta. Asiste a la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. En la pintura se da a conocer por su inconformidad con el arte oficial de México y por su interés en la renovación artística que promueve. En 1959 recibe el Primer Premio en París en la Primera Bienal para Pintores Jóvenes.

Alberto Gironella pintó a Emiliano Zapata, al subcomandante Marcos y fue el único que hizo un retrato del poeta Octavio Paz. El homenaje que hizo a Zapata lo hizo basado en El entierro del conde de Orgaz¸un cuadro del Greco realizado entre 1586 y 1588. Descontextualizó a Zapata del muralismo mexicano, del heroísmo, y le dio un aspecto más trágico al ponerlo acribillado, afirma su hijo Emiliano. Por esa afinidad que sentía hacia el EZLN tuvo diferencias con Octavio Paz, aunque mantuvo con el poeta una entrañable amistad, que llevó a la pintura en una serie homenaje al Nobel titulada Potlash. Potlash es una palabra del diálogo de los indios norteamericanos; era humillar al enemigo con regalos, y que define al hombre que fue Gironella, un personaje que según su hijo Emiliano, por equivocarte o por no leer un libro te mentaba la madre, pero por otra parte, te daba todo».

Estas cajas-retratos de Octavio Paz pueden verse como iconos donde cada elemento tiene su propio sustento ya sea estético o metafórico, define Merry Mcasters, colaborador de La Jornada, y continúa: «Así, tenemos que el Anís del Mono y, a un lado la palabra grama forman Monograma. Este monograma hace alusión a uno de los libros fundamentales de Paz, El Mono Gramático, pero también alude a una gran novela, Bajo el volcán, de Malcolm Lowry, sobre la cual ha escrito Paz y cuya portada de la edición mexicana es obra de Gironella. También alude al universo etílico del cónsul en la novela. En algunas cajas Alberto introduce notas, como ‘’La musa violenta», que no explican nada; por el contrario, complican y multiplican su misterio estableciendo una red de relaciones entre la obra y otras obras, pictóricas y literarias, subrayando su carácter intertextual».

Inconsecuente, excepcional, misógino

Sobre su personalidad, dice Emiliano: ‘’Fue un personaje de extremos. Nunca fue una gente que se le podría llamar tibia, conformista. Todas las personas que he conocido después de mi padre, se me hacen como el término que usan ahora para las bebidas: light. Era una gente que les mentaba la madre a todos, desde los premios Nobel hasta los dirigentes de grandes empresas, los presidentes y candidatos, por cuestiones puramente poéticas o literarias sin ningún afán de partidismo o interés político.

El pintor falleció el 2 de agosto de 1999 en la Ciudad de México. También pidió que sus restos descansaran en una especie de pared e fusilamiento, es decir, de adobe, en el jardín de su casa de Valle de Bravo.

Con información tomada de La Jornada y Reforma

Pintor literario

En 1952, Gironella funda la Galería Prisse, de vida breve, con los pintores Héctor Xavier y Vlady. En 1956 funda la Galería Proteo y pinta sus primeros retaros de Emiliano Zapta y Profirio Díaz. Forma parte el movimiento conocido como de la «ruptura», junto con Vlady, Enrique Echeverría, Héctor Xavier, José Luis Cuevas, Fernando García Ponce y Manuel Felguérez. Su primer cuadro de la Reina Mariana es de 1959, y fue pintado en Nueva York. Al año siguiente ganó el Premio de la Unión Mediterránea de Arte en la Primera Bienal Internacional de Joven Pintura, en París.

Gironella fue un hispanista consumado. En 1961 viajó por primera vez a Europa y en Madrid vio una gran exposición de Velázquez. No sólo fue adorador de los pintores en torno de la corte de Felipe IV, sino que admiró la poesía de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. En París conoció a Pierre Alechinsky, con quien desarrollaría una relación personal y profesional. Un año después regresó a la Ciudad Luz donde conoció a André Breton, Joyce Mansour y Fernando Arrabal. Allí entabló amistad con Octavio Paz y, en México, conoció a Luis Buñuel, quien sería su amigo íntimo.

A Francia se fue a vivir en el 65. A partir de ese año se intensificaron sus exposiciones en el exterior. En París, se le incluyó dentro de la muestra surrealista internacional L’Ecart Absolu. En 1968 recibió la beca Guggenheim; se gastó el dinero viajando en taxi por Yucatán, Campeche y Oaxaca con el pintor Corneille. En el 70 formó parte de la colectiva Surrealism? exhibida en el Museo de Arte Moderno de Estocolmo. Organizó un homenaje a Picasso por sus 90 años en la ciudad de México. Para la crítica de arte Teresa del Conde, la larga serie de Gironella sobre la Reina Mariana es tan importante como pudieron haber sido en su momento las variaciones de Picasso sobre las Meninas de Velázquez.

Entre 1972 y 1973 realizó dos exposiciones en el Museo del Palacio de Bellas Artes, El entierro de Zapata y otros entierros y Homenaje a Manolo Martínez. Realizó su primera individual, La vuelta del hijo pródigo, en el Museo de Arte Moderno. Para cuando Alechinsky viajó a México, en 1980, realizaron juntos doce tauromaquias. En la Galería Sloane-Racotta expuso Noche fantástica, Tauromaquia. En el 82 realizó un Homenaje a José Bergamín, en la Galería de Arte Mexicano. Participó en las Jornadas a Luis Buñuel organizadas por el Centro Cultural Mexicano (CCM) en París y el Centro Georges Pompidou. Posteriormente, expuso Avec Alechinsky en el CCM.