Las figuras de Folé, Eduardo Fonseca López, que se encuentran en el Club de Industriales intentan mostrar algo más de lo
que se ve a simple vista.
No son sólo
representaciones de un mundo fantástico suspendido en la mente del
pintor, sino que pretende ser una historia en línea de lo que el artista
pasa día a día, es una realidad que en el lienzo escapa de los sentidos.
"Entonces,
aparentemente, al espectador le puede parecer un tema equis; pero para mí
significa mucho más, es algo más profundo en lo que voy construyendo mi diario",
explica Folé al referirse a su trabajo
artístico.
"La
Libertad" es el nombre que el joven artista, con apenas 10 años de
experiencia profesional, ha dado a esta muestra en la que además de dar
una parte de sí mismo a través de sus experiencias diarias vertidas con
una técnica mixta intenta mostrar la importancia del saber, lo que le ha
dado las herramientas para ser libre en su arte.
"Conocer más
te permite mayor libertad de expresión, por eso sentí que en esta
exposición pude aplicar esa libertad", comenta.
Con esta muestra
el pintor hace un llamado al conocimiento y la preparación con el que se
logra la libertad.
Sin embargo, el
pintor asegura que no le interesa si su obra logra hacer extensiva la
importancia del conocimiento, puesto que él sólo quiere pintar para
expresarse.
"Si me
preocupara por cómo lo van a descifrar o qué van a descifrar estaría
perdiendo mi tiempo, no estaría pintando mi vida sino tratando de agradar
al espectador y no es la finalidad del pintor, la finalidad creo que es
expresar, comunicar y entonces ya se hace ese juego", dice Folé.
Finalmente eso es
lo que logra en sus obras: expresarse sin que el espectador sepa a
ciencia cierta qué es lo que quiere decir, aunque la obra sí es capaz de provocar
sensaciones, ya sean buenas o malas.
"Lo que me
han comentado un buen número de personas es que captan o les hace sentir
un sentimiento. Sienten que el personaje está ahí vivo o que está
respirando", afirma el artista.