CARLOS OROZCO ROMERO
 
 

 

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Nace en el estado de Jalisco en 1898  y estudió artes plásticas en Guadalajara y México.  En un principio  en 1918, hizo caricatura lo que le dio la habilidad  para estilizar figuras.

 Su obra esta impregnada de inestabilidad emocional, expresada a través de personajes en situaciones espectrales, realizados con una técnica depurada.

 En sus composiciones casi monocromas de criaturas con aspecto de maniquíes geometrizantes, se aprecia un tectonismo de origen cubista, en atmósferas muchas veces patéticas que agitan el ánimo del espectador.

En sus paisajes la simplificación de formas lleva una intención de trascender lo natural, a partir de siluetas de serranías que cruzan el Altiplano mexicano.

De sus primeras exposiciones destacan las de 1941 y el Palacio de Bellas Artes.  Viajo en 1921 a España donde expuso en el salón de invierno en Madrid.  En 1928 inauguró, con Carlos Mérida  la Galería  de Arte Moderno Mexicano. Escribió una magnifica monografía sobre la obra  de 13 pintores. Premio Nacional de Arte. Murió  en 1984

 

Aunque poco valorado entre los pintores de la primera mitad del siglo XX, Carlos Orozco Romero jugó un papel importante en la definición del arte mexicano.

Nacido en Guadalajara, en 1898, una buena parte de su existencia transcurrió en la capital jalisciense, donde promovió la creación artística y fue una figura prominente de las asociaciones de pintores que, desde la creación del Centro Bohemio, grupo vanguardista fundado por José Guadalupe Zuno, Javier Guerrero y Carlos Satahl.
Orozco Romero estudió en Guadalajara con Ixca Farías.

Gracias al apoyo de su familia, se trasladó a la ciudad de México, donde se inició profesionalmente como caricaturista en El Heraldo, Excélsior y El Universal Ilustrado. A principio de la década de los veinte, en el apogeo de la Escuela Mexicana de Pintura, Orozco Romero viajó a Europa. Vivió brevemente en París y en Madrid. A su regreso en 1924, prefirió instalarse en Guadalajara, donde dio clases de dibujo y pintura.

En 1928, de vuelta a la capital, organizo junto con Carlos Mérida, la Galería de Arte Moderno, en los altos del actual Palacio de Bellas Artes, en la que expusieron los pintores jóvenes del México de entonces: Julio Castellanos, Rufino Tamayo, María Izquierdo, entre otros.

En 1939 recibió una beca Guggenheim, y se fue a vivir a Nueva York durante casi un año. A su regreso participó, junto con Agustín Lazo, Guillermo Meza, Manuel Rodríguez Lozano, Roberto Montenegro y Manuel Álvarez Bravo en la exposición Internacional del Surrealismo que organizó la Galería de Arte Mexicano.

En 1958 representó a México en la XXIX Bienal de Venecia y, en 1959, participó en la Exposición de Arte Mexicano Contemporáneo en la Mexican Art Gallery, de San Antonio Texas.